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Han pasado algo más de tres meses desde que entró en vigor la norma que obliga a los salones de juego a establecer controles de acceso. Estas barreras físicas en las puertas de los locales -registro del DNI a los clientes, lectores faciales- constituyen quizá ... la medida del nuevo Reglamento del Juego que más efectos prácticos ha tenido. Para empezar se ha traducido en un notable descenso en el número de personas que suelen rondar estos negocios en Bilbao. Fuentes de la Asociación de Salones de Juego de Euskadi (ASE) y de Ekintza Aluviz, la agrupación de ayuda a afectados por juego patológico y otras adicciones sin sustancias, estiman que esta reducción alcanza el 40%. «Hay mucha gente que ha dejado de ir a los locales a tomar un café porque no quieren que registren su DNI. Lo que hacen es irse al bar de al lado», explica Pedro de Frutos, representante de ASE.
La capital vizcaína cuenta en la actualidad con 46 establecimientos de estas características, además de varias casas de apuestas, bingos y un casino. Este periódico ha realizado esta semana un recorrido por los salones de juego de Bilbao y ha podido comprobar que todos -al menos todos los visitados- han instalado las barreras físicas que les exige el Gobierno vasco para evitar el acceso de los menores de edad y de las personas con problemas de ludopatía. Hay nueve dispositivos homologados. La mayoría cuenta con registros de huellas y lectores faciales, que están vinculados a los DNI de los clientes. «Todo lo que sea mejorar el control para evitar el acceso de menores y de personas con problemas de juego es bienvenido. Los locales han invertido más de 4 millones de euros en estos dispositivos», subraya de Frutos. «Las barreras físicas son una de las medidas más efectivas. Mucho más que las distancias entre locales. Porque la distancia no hace más o menos ludópata a una persona», afirma Jon Antón, presidente de Ekintza Aluviz.
Y es que la nueva Ley del Juego incluye otras medidas que han generado más controversia. Al contrario de lo que ocurre con los controles de acceso, la mayoría de los salones que funcionaban antes de la entrada en vigor de la nueva regulación no cumple con otras normas básicas del documento. Y no lo hacen porque no es retroactiva y tienen obligación de hacerlo. Sólo son insoslayables para el caso de que se autorice la apertura de un nuevo local.
«Todo lo que sea mejorar el control es bueno, pero algunas medidas se han dictado en un momento de excesivo puritanismo»
«Las barreras son una de las medidas más efectivas, pero hay otras que pueden pasar 20 años hasta que se empiecen a cumplir»
Para empezar, el reglamento establece que sólo puede haber 170 salones en Euskadi. En la actualidad hay 209. Es decir, hay 39 más de los previstos en la normativa. No están obligados a cerrar. Pero la sensación en el sector es que la administración les está «apretando» para que, poco a poco, algunos vayan cerrando por las «crecientes dificultades» de funcionamiento que les impone la nueva regulación. Es la sensación que tienen, por ejemplo, en el local Joker, en la calle Autonomía. Este salón centra gran parte de su actividad en la hostelería. Como otros muchos, sus responsables pidieron permiso para adelantar la barra del bar y dejar el control de acceso sólo para la parte en la que se ubican las máquinas. Esta petición fue rechazada. «En función de las demandas sociales se hacen regulaciones más o menos restrictivas. Y desde hace unos años hay bastante ruido en torno al sector», lamenta el responsable de ASE.
209 salones de juego funcionan en la actualidad en Euskadi. La nueva normativa establece que sólo puede haber 170, pero no obliga a cerrar a ninguno de los locales que ya estaban en funcionamiento. En Bilbao hay 46 salones de juego, la gran mayoría en el centro.
500 metros entre salones Otra de las medidas que establece la ley es que no pueden convivir 2 salones de juego en un radio de 500 metros y que tampoco puede haber ningún local a menos de 150 metros de un colegio. Esa norma contrasta con la realidad. Si fuese obligatoria para los locales en funcionamiento, la inmensa mayoría estaría en situación irregular, explican fuentes del sector.
4 millones de euros han invertido los locales de juego en las barreras de acceso en Euskadi colocadas en sus puertas, que incluyen registro del DNI a los clientes y lectores faciales, según la Asociación de Salones de Juego de Euskadi.
La gran mayoría de los salones están en el centro de Bilbao, muchos de ellos en la zona de Indautxu. Otra de las medidas que establece la ley es que no pueden convivir 2 salones de juego en un radio de 500 metros y que tampoco puede haber ningún local a menos de 150 metros de un colegio. Esa norma contrasta con la realidad. En la calle Autonomía y Hurtado de Amézaga hay varios locales prácticamente pegados. Es más, si la norma fuese obligatoria para los locales en funcionamiento, la inmensa mayoría estaría en situación irregular, explican fuentes del sector. Para de Frutos, que subraya que el sector da empleo a 1.500 personas en Euskadi, algunas de las medidas recogidas en la regulación han sido dictadas en un momento de «excesivo puritanismo».
Jon Antón, presidente de Ekintza Aluviz, insiste en los pocos efectos prácticos que tienen estas medidas sobre los locales ya existentes. «Pueden pasar tranquilamente veinte años hasta que se empiecen a cumplir estas normas». Antón insiste en que los controles deberían aplicarse también a otro tipo de juego, como las máquinas tragaperras y la lotería, donde no existe ningún tipo de control.
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