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Todo lo que llega se va. Tras un mes divirtiendo y aterrorizando a partes iguales a pequeños y mayores, el Parque Etxebarria comienza a vaciarse. Los feriantes ya están recogiendo pieza a pieza las barracas que son un indispensable durante la Aste Nagusia.
Como cada año, se han encargado de hacer los días y noches de las fiestas más entretenidos. Desde sus atracciones más clásicas, como los autos de choque, el carrusel o la casa del terror, hasta las más modernas que hacen latir el corazón a toda velocidad. Sin olvidarnos de los puestos que proponen diversos retos para conseguir un peluche o un jamón, o aquellos que se encargan de darnos un capricho culinario. Pero ya a 2 de septiembre toca decirles adiós. Es solo un hasta pronto, hasta la próxima Aste Nagusia.
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