

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hace casi dos décadas que las fábricas de Rontealde y Sefanitro cerraron sus puertas para siempre en el barrio Lutxana de Barakaldo, junto al puente ... Rontegi. Aquella clausura de la actividad derivó en la venta millonaria de terrenos al empresario Jabyer Fernández. El dueño del Grupo Afer anunció que levantaría 2.000 pisos en la amplia pastilla de suelo que el proceso de desindustrialización dejaba sin uso. Pero llegó la burbuja del ladrillo y la quiebra del holding del hombre de negocios de Santurtzi. Jabyer, incluso, tuvo que ingresar en prisión por un delito societario relacionado, precisamente, con una operación inmobiliaria que él mismo había bautizado como Puerta de Bilbao.
Años después, empresas vinculadas a Caixabank y Kutxabank retomaron la idea de construir un nuevo barrio en este rincón de la ciudad fabril. El Ayuntamiento se involucró y en 2021 procedió a dar luz verde a una aprobación inicial de los cambios urbanísticos necesarios para reemprender el proyecto. La iniciativa, sin embargo, entró entonces en un largo paréntesis, a la espera del visto bueno definitivo del pleno municipal.
Ahora, cuatro años después, algo se está moviendo. El Consistorio ha solicitado al Gobierno vasco que renueve los permisos ambientales que están a punto de caducar. De no hacerlo, apuntan fuentes municipales, el plan volvería a la casilla de salida, suponiendo una importante pérdida de tiempo y dinero. «Sería empezar de cero, ya que caerían en saco roto los trámites realizados hasta la fecha», sintetizan.
A finales del mes de enero, el Ayuntamiento presentó ante el Ejecutivo autonómico un estudio medioambiental actualizado sobre el impacto que tendría en el entorno la operación, avalando la iniciativa. Son 109 folios que tienen el objetivo revivir el proyecto y suponen, en la práctica, allanar el camino para que la operación se pueda materializar a medio plazo. Más del 60% de los terrenos pertenecen ahora a Criteria, una sociedad inmobiliaria que está relacionada con el grupo bancario Caixabank. «Es cierto que se han reactivado los trámites y que la idea es llevar adelante el plan», confirma un portavoz. «Ahora necesitamos también que las administraciones se impliquen porque es una operación compleja», reconoce.
Noticia relacionada
De los 2.000 pisos que quería levantar Jabyer se pasaría a construir unos 1.300 (otros 270 ya se han desarrollado a modo de cooperativa en la parte de la parcela que queda más cerca de la ría). De ellos, habría que hacer una reserva importante para VPO. En su día se habló de 700, aunque con las últimas noticias que apuntan a que el Gobierno vasco quiere rebajar la cuota de vivienda protegida que se destina a este tipo de promociones en las iniciativas privadas, la cantidad podría sufrir un notable recorte.
Todavía está todo por decidir, ya que no hay una cifra de inmuebles estipulada. En la documentación entregada no se habla de un número concreto de pisos, pero sí de edificabilidad (la cantidad de metros cuadrados que podrán levantarse en la zona). De esta forma se aportan datos de la superficie que se ocuparía y sobre cuántos bloques de viviendas se pretenden construir. La parcela de Sefanitro en la que se quiere actuar ocuparía 249.000 metros cuadrados (Zorrozaurre, por ejemplo, tiene 600.000).
La edificabilidad de uso lucrativo quedaría fijada en 183.000 metros cuadrados de superficie construida bajo techo, ocupando 40.000 metros cuadrados de suelo. De esta forma, se quieren levantar 23 nuevos edificios. Pero en la pastilla de Sefanitro no solo habrá vivienda. El Ayuntamiento quiere que se habilite un gran parque y amplias zonas verdes, además de canchas deportivas y un centro cívico que confiera vida y servicios públicos al barrio. En concreto, se aspira a contar con 90.500 metros cuadrados para equipamientos comunitarios y otros 79.000 para áreas de esparcimiento.
Además, el proyecto prevé construir un nuevo vial que dé servicio al barrio y mejore la conexión con el centro de Barakaldo y el resto de Lutxana. Una apuesta que obligaría también a actuar y urbanizar el entorno de la casa-torre de Lurkizaga.
Respecto a los 23 edificios que los promotores aspiran a levantar, el nuevo plan deja atrás la idea de construir dos grandes rascacielos de cristal, de 150 y 120 metros de altura, con 33 y 22 plantas, respectivamente. Estos bloques iban a tener un aspecto singular, al estar inclinados e interconectados. Esta opción queda descartada. La actual hoja de ruta prevé bloques más bajos. En concreto, el inmueble más alto que se podría autorizar sería de 15 alturas (podría haber dos torres de este tipo), mientras que el resto tendrían un máximo de cinco alturas más ático.
La documentación aportada ante el Gobierno vasco incluye un estudio detallado sobre la viabilidad económica de la operación. Lo más destacable de este dosier es el valor de mercado que atribuye al conjunto de construcciones. Aseguran los arquitectos contratados por los promotores que los 23 edificios alcanzarían 417 millones de euros de cotización. Una cifra que, no obstante, está calculada en función de la realidad de hace tres años, así que, observando cómo se ha comportado la vivienda en los últimos ejercicios, esta cifra habría que actualizarla al alza.
Los profesionales creen que los 1.300 pisos podrían tener salida para su venta. En los documentos entregados se apunta que Barakaldo tiene unas necesidades de vivienda por encima de los 5.000 hogares, según los cálculos contenidos en el Plan Territorial Parcial (PTP) en vigor. El citado informe analiza también los costes de urbanización, que son muy elevados, teniendo en cuenta que ha sido necesaria una ardua labor de descontaminación del suelo, una tarea que ha tardado años en ejecutarse pero que ya se ha dado por finalizada. En total, los expertos estiman que serán necesarios 25 millones para afrontar las cargas de urbanización.
Por último, los arquitectos plantean que los ingresos previstos por el Ayuntamiento (1,08 millones al año) en concepto de IBI (601.000 euros) y otros tributos menores cubrirían los gastos de mantenimiento. El Consistorio, además, ingresaría un único pago de 14,7 millones en concepto de aprovechamientos urbanísticos y licencias de obra.
En su contexto
417 millones de euros. Es el valor de mercado que los arquitectos redactores del plan atribuyen al conjunto de edificios que se aspira a levantar en la pastilla de Sefanitro.
Participación ciudadana El Ayuntamiento exigió a las empresas que impulsan el plan (el socio mayoritario es Criteria, firma muy vinculada a Caixabank) que pusieran en marcha un proceso de escucha. Antes de la pandemia se desarrollaron diversas reuniones con vecinos y agentes sociales. Con todo, hubo cinco entidades ecologistas y sociales que anunciaron su oposición al proyecto al entender que no se cumplían la ley en cuanto a la cesión de suelo para uso público.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.