Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
x. garmendia/ h. rodríguez
Viernes, 23 de agosto 2019, 01:39
Aprovecharon una tarde de verano para entrar literalmente hasta la cocina sin que nadie advirtiera su presencia. Tenían todo controlado al milímetro y en tan solo unas horas lograron hacerse con un importante botín en media docena de viviendas sin salir siquiera del edificio. Ocurrió ... el pasado 10 de agosto en el número 10 de la calle Gregorio de la Revilla, en pleno centro de Bilbao. Allí, una banda organizada irrumpió en hasta seis inmuebles entre la primera y la sexta planta para hacerse con dinero y joyas. Y consiguió huir del lugar sin despertar la sospecha de los pocos vecinos que se encontraban en los diez domicilios restantes. Nadie vio ni oyó nada raro hasta que uno de los residentes afectados por el robo múltiple abrió la puerta de su casa y se encontró todo patas arriba.
Los ladrones eran conscientes de sus posibilidades. Una tarde de sábado a mediados de agosto, con gran parte de los residentes de vacaciones, era el momento perfecto para saquear los pisos. Algunos de los vecinos sospechan que los asaltantes llegaron a controlar los movimientos en el portal, ya que la propietaria de uno de los inmuebles desvalijados salió solo unos minutos antes de que accedieran al edificio. Se calcula que los delincuentes actuaron entre las tres de la tarde y las nueve de la noche. Fue a esa hora cuando un afectado dio la voz de alarma.
«Nos reventaron los bombines de las puertas. La de servicio y también la principal, que encima era blindada. No sirvió de mucho», lamenta uno de los residentes, que se encontraba de vacaciones a cientos de kilómetros y decidió regresar de inmediato. «Nos avisó otro vecino a través del teléfono y al día siguiente ya estábamos en Bilbao», cuenta. Al entrar en casa, se toparon con todos los muebles desordenados. Vaciaron de ropa los armarios en busca de joyas e incluso consiguieron abrir una caja fuerte. Las imágenes evidencian que utilizaron una radial, pero ni siquiera el ruido de la máquina provocó que fueran cazados 'in fraganti'.
Todos los residentes afectados han presentado una denuncia ante la Ertzaintza, que sospecha que una banda de origen extranjero está detrás del asalto. «Debían de estar muy organizados porque sabían en qué casas había gente y en cuáles no. Y lo hicieron con mucho sigilo porque es un edificio con 16 puertas. Les podían haber pillado perfectamente», prosigue uno de los propietarios.
A otros amigos de lo ajeno, en cambio, no les hizo falta que los vecinos estuvieran fuera de casa para cometer un robo. Ocurrió en la noche del miércoles en la calle Iturribide del Casco Viejo. En torno a las 3.00 de la madrugada, varios individuos desencajaron la puerta y entraron en un piso cuando uno de sus inquilinos estaba durmiendo. En un momento del asalto, el ocupante se despertó y al salir al pasillo se dio cuenta de que ya habían huido. Con ellos desapareció un ordenador, una tablet y, «no se sabe si porque la cogieron o porque se escapó», Taini, la perrita de los residentes.
Sus dueños se movilizaron a través de las redes sociales para localizarla y finalmente la mascota apareció sana y salva ayer a media tarde. «La encontró una chica en el parque Etxebarria sobre las 4.00 de la madrugada y la recogió. Temíamos que se la hubiesen llevado para venderla o quién sabe, pero está bien», explica una amiga del afectado.
Bajo control Los vecinos sospechan que vigilaban los movimientos, ya que una afectada salió solo unos minutos antes
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.