Los años 2022 y 2023, con la inflación disparada, fueron unos ejercicios difíciles para el Banco de Alimentos de Bizkaia. El año pasado, según recoge la memoria, terminó de manera «preocupante», atendiendo de media a 24.356 personas, prácticamente las mismas con las que empezó. ... Eso no es sino un signo de que «la crisis económica» y el alza de los precios siguen incidiendo «de forma muy importante en las personas más desfavorecidas» del territorio.
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Y también en los recursos de la entidad, que repartió menos kilos de alimentos que otros años, en concreto 3,8 millones frente a los 4,3 millones de 2022. Llegaron a tener el almacén de Basauri casi vacío antes de la Gran Recogida de noviembre, una cita muy importante para llenar las baldas. En este sentido, afrontaron un año en el que daban 4 litros de leche a cada usuario en lugar de 6 y en el que sustituyeron el aceite de oliva por el de girasol.
Este 2024, precisa el presidente de la organización, Luis Crovetto, están «muy justos de stock», aunque no tanto como entonces. Para paliar la escasez, tienen la vista puesta en la recogida de primavera, que se celebrará entre los días 24 y 25 de este mes. Ya han recuperado la cantidad habitual de leche y están «pudiendo rascar» más al presupuesto. «El coste del kilo de alimentos nos está saliendo a 1,195 euros frente al 1,301 que pagábamos el año pasado», celebra. Y también le tranquiliza que «estamos bajando un poquito» el números de usuarios, aunque «la diferencia no es muy sustancial».
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