![Balmaseda se pone de moda](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2024/06/08/desfile-balmaseda-kEaC-U220381466650PLH-1200x840@El%20Correo.jpg)
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Balmaseda bien vale una visita a la fábrica museo de La Encartada. Cualquier época del año puede ser buena, porque las viejas instalaciones de la localidad, fundadas en 1892 y clausuradas cien años después, se han convertido en la planta textil del siglo XIX que mejor se conserva en Europa. Sus telares ganaron fama por la producción de boinas, pero de ellos salió prácticamente de todo lo que se podía tejer con lana. Hoy no son solo recuerdos, sino actualidad. Sus muros, pasillos y jardines son también escenario del festival de moda La Encartada, que hoy sábado celebra su décimo aniversario por todo lo alto. Cientos de visitantes y profesionales del sector se han acercado a la vieja factoría, que una vez al año se transforma en la pasarela de la moda vasca. Este es el día, pasen y vean.
«Se mezclan demasiadas emociones cuando se echa la mirada atrás», cuenta a la audiencia Alberto Sinpatron, coordinador del acto, promovido por la Diputación foral de Bizkaia con el apoyo del centro vasco de biodiseño Basque Biodesign Center. Lo hace en medio del desfile que a mediodía muestra lo mejor de la moda vasca. «Trabajamos con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, sin olvidar lo artesano, que es nuestra tarjeta de visita.
Su intervención ha arrancado nostálgica, pero ha terminado blandiendo el hacha de guerra. «Resulta muy difícil seguir creando cuando estamos obligados a competir con gigantes con una forma de producción y de trabajar nada ética», se lamenta. «Aquí, en el País Vasco, producimos de forma artesanal y cuidando el medio ambiente. Pero poco podemos hacer. Somos David contra Goliath», proclama.
El desfile de la mañana, con maniquíes que lucen sus modelos entre los pasillos de los telares, es una muestra representativa de la moda 'made in Euskadi'. Por la tarde, está prevista la participación de varias firmas europeas, pero el primer pasillo se reserva para los modistos locales. La ceremonia arranca con la propuesta de Elysea Studio, de Vitoria. Tejidos vaporosos, lentejuelas, capas. Le toma el relevo MEZ, que ha apostado para la ocasión por la defensa del reciclaje y una colección de ropa hecha a base de retales y petachos.
El blanco y el negro pivotan la colección de Zaloa Ferre, que ha bautizado como 'Amama', en homenaje a la estrecha relación que mantuvo siempre con su abuela. Está trufada de erotismo y transparencias. Las telas de Navaja Studio son una visión futurista de la moda de los años noventa. Llama la atención el mensaje de la modelo que abre el desfile: 'Beware of Humans' (Cuidado con los humanos). Cierra la sesión el catálogo de Valeria Irisarri 'Industry city', mezcla de dos mundos tan dispares y estrechamente ligados como los del rock'n'roll y el tecno pop. Moda joven, moda al viejo estilo de los nuevos románticos. Aplausos
Moda La Encartada no es sólo una pasarela. En los jardines del museo, hay una furgoneta que vende tentempiés tipo patatas bravas y bebida. También se ha dispuesto una pequeña feria que llaman 'showroom', donde diseñadores locales de todo tipo, joyas, camisetas y bordados, muestran su producción. Están Ana Virto, Ane Takitto, Eva Bureton, Kiribiltxo, Otrora, Puntada Bastarda, Rodillo y Sara Ortuzar, una joyera bilbaína afincada en Plentzia que cuenta que diseña «esculturas portables». «Son piezas que aquí resultan difíciles de ver», en las que mezcla sus dos grandes pasiones, la joyería y la escultura.
Iride Gómez, de 18 años, y su amiga Sandra Bastero, de 20, trabajaron el año pasado como vestidoras en el festival y este año vuelven a él movidas por la pasión que la moda despierta en ellas. La primera, vecina de Etxebarri, estudia un grado superior de Patronaje y Moda. Su amiga de Las Arenas está realizando un curso de alta costura. «Me encanta la ropa y el diseño», confiesa Iride, mientras contemplan la estrella de la exposición instalada con motivo de la feria de la moda encartada...
Es un vestido de alta costura, el primero que se ha diseñado en Euskadi mediante el uso de inteligencia artificial (IA) y técnicas de biofabricación. Un proyecto de vanguardia y elegancia, tras el que se encuentra el director del Basque Biodesign Center, Eduardo Loreto. «Utilizamos la IA para el escaneo del cuerpo humano con el fin de generar patrones y formas, pero son maestros artesanos los que han diseñado las diferentes piezas que lo conforman, algunas hechas con biomateriales, en concreto, biocueros de café y kombucha». ¿Acabará la inteligencia artificial con el diseño humano? «Para nada», contesta rotundo Loreto. «La IA es solo una herramienta. Puedes llevar un cerebro en el bolsillo, pero es un humano quien sabe cómo utilizarlo». El tiempo lo dira, que la tecnología también puede ser una moda.
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