El balance de los partidos

Los ejemplos son muchos: el avance continuo en la personalización de los cuidados, la apertura de las oficinas Gertu para acercar la administración foral a la ciudadanía (Igorre, Durango, Bermeo, Gernika, Balmaseda, Mungia y Markina-Xemein), inversiones destinadas a crear empleo de calidad y atraer talento en los polígonos industriales del territorio, el Plan Estratégico para Busturialdea-Urdaibai, la apertura de un nuevo Elkartegi en Lea-Artibai, la mejora de los equipamientos culturales en municipios de menos de 6.000 habitantes…

Todas estas acciones, y muchas más, están encaminadas a seguir estando cerca de las y los bizkainos respondiendo a sus necesidades y demandas·.

«Es difícil hacer balance de la legislatura, ya que llevamos un año con un gobierno que se limita a gestionar el día a día y la inercia de proyectos anteriores, siempre desde una óptica conservadora. Fiscalidad para ricos, con la desactivación del impuesto de Grandes Fortunas y el aplazamiento de una reforma fiscal que amenaza con quedarse en nada. Transporte con el coche en el centro, ya que las carreteras concentran la inversión. Servicios sociales, privatizados e insuficientes. Su proyecto estrella, el Guggenheim Urdaibai cada vez genera más rechazo, por impositivo y porque en todo el mundo se está cuestionando el desarrollismo turístico. A ello hay que añadir que la política de nombramientos y contrataciones en las empresas forales favorece más el amiguismo que la meritocracia. El PNV detecta problemas de conexión con la sociedad, pero cree que puede arreglarlo poniendo caras jóvenes a hacer las viejas políticas, y eso no funciona. La respuesta a los retos globales pasa por cambiar en profundidad las políticas y las formas de hacer política. Bizkaia necesita un nuevo liderazgo».

«Tal y como nos comprometimos en el debate de investidura, un año después la presencia socialista en el Gobierno foral es la garantía para gobernar de una manera más abierta y compartida. Las 120 medidas acordadas y recogidas en el Plan de Mandato se están desplegando para mejorar la vida de las personas de Bizkaia con un marcado carácter progresista y estamos siendo capaces de crecer económicamente, sin dejar a nadie atrás, y generando empleo estable y de calidad. Este es el objetivo que nos marcamos y es en el que estamos trabajando».

«En nuestras áreas de responsabilidad, hemos establecido una hoja de ruta clara en movilidad sostenible, con la descarbonización del transporte como objetivo y una política tarifaria que avanza hacia un sistema basado en la renta y el uso. Y estamos incrementando notablemente los recursos y las políticas para lograr un mayor y mejor empleo; la igualdad real entre mujeres y hombres, y erradicar la violencia machista».

«En este primer año de legislatura se ha estado muy pendiente de echar balones fuera en lugar de tomar las riendas con decisión… como por ejemplo con el Guggenheim de Urdaibai. Mil excusas para no decir que no pero tampoco actuar con determinación. Además, se ha tenido siempre demasiada prisa en exculpar a la Diputación de toda responsabilidad antes si quiera de pararse a analizar con calma y buscar soluciones si tocaba hacerlo, como paso con los graves incidentes en Sopuerta que hoy se siguen negando o las inundaciones de Erandio, que aún están por esclarecer».

«No ha arrancado nada, todo está «en estudio». Excepto la subida de impuestos, como el catastro, que para recaudar más siempre hay tiempo. En definitiva, no hay una sola cosa que se te venga a la cabeza rápidamente como apuesta de esta nueva diputada… aún no hay proyecto Etxanobe identificable. Quedan 3 años más. Y el Partido Popular sigue ofreciéndose para llegar a acuerdos que muevan la provincia, que sacudan la economía, la industria, que revolucionen los cuidados…».

«Este primer año ha estado atravesado por los diferentes procesos electorales que se han ido produciendo y desgraciadamente estos procesos han llevado al inmovilismo al Gobierno foral, que no ha puesto en marcha ningún proyecto de relevancia para hacer frente a los retos que afrontamos como sociedad, como pueden ser la transformación del modelo de cuidados, la transición energética, e impulsar medidas para una mayor cohesión territorial e igualdad de oportunidades en todas las comarcas de Bizkaia».

«En su investidura abanderaba otra forma de hacer política, cercana y escuchando a la ciudadanía, y sin embargo vemos como se sigue apostando por proyectos que la ciudadanía rechaza frontalemente como la subfluvial o el Guggenheim de urdaibai. Otra forma de hacer que se suponía iba a poner en valor la política, pero que ha resultado en lo de siempre, nombramientos que responden a intereses partidistas y políticas que mantienen la situación de privilegio de unos pocos y sin cambio alguno para la mayoría social de nuestro Territorio».