Baja la persiana la tienda de música más antigua de Bizkaia

Con más de 30 años de historia, el establecimiento de Indautxu, que anuncia en sus escaparates liquidación por cese, se había convertido en un referente. Situado en el número 50 de Alameda Urquijo, Sonor ha acompañado la banda sonora y los ritmos de varias generaciones de consumidores. De hecho, su lema ha sido 'Sonor, desde siempre el sonido de la música'. La tienda supone un deleite para el oído y la vista. Sus estanterías albergan las mejores guitarras del mercado, amplificadores, teclados, bajos, pedales de efecto... Un bazar en el que nunca ha faltado de nada.

Pese a los nuevos hábitos de consumo, este comercio ha apostado siempre «por los buenos productos». La página web de la tienda incidía ayer en que a los dueños siempre les «han apasionado los instrumentos de calidad». Al igual que muchas tiendas minoristas, sus responsables orientaron el negocio hacia la especialización para hacer frente a la competencia y la amenaza de las grandes cadenas y las ventas 'online'. Pese a la gran oferta disponible, se distinguieron especialmente por la venta de guitarras de alta gama, además de por los trabajos de mantenimiento de los equipamientos sonoros.

Sin embargo, la estrategia que hizo de Sonor un negocio de importante éxito durante casi tres décadas ha resultado fallida en la recta final. Antes del cierre definitivo de sus puertas, aplicará grandes rebajas para liberar la mayor cantidad de 'stock'. Algunos artículos cuentan con descuentos de hasta el 50%. Guitarras eléctricas de 1.150 euros pueden adquirirse por 780 y baterías de 1.200 se venden a 820. Las rebajas también llegan a los saxofones, con precios desde 435 euros.

Este nuevo revés comercial no ha pasado desapercibido para la enorme legión de seguidores con que cuenta este histórico local. «Otra triste noticia para el comercio en Indautxu», lamentaba un usuario. «¿No tenéis la sensación de que, poco a poco, se nos está borrando la memoria urbana y estamos más y más en 'la nube'?», escribió otro en las redes sociales. «Una pena, y van...», insistieron numerosas voces críticas, que han arremetido contra las «escasas medidas de protección» de las instituciones en defensa de los pequeños comercios. «Son los que dan calor a Bilbao. Ver y sentir lo que nos va faltando es cuanto menos una locura. Termina lamentablemente una época», denuncian.