

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Mi dimisión está por encima de la opinión del pueblo. Yo me debo a una superioridad, si ésta pide mi cargo yo acepto gustosa. ... Arreglados estábamos los alcaldes si dependiésemos de estas cosas. Otra razón será si en alguna ocasión se hace efectiva la pretensión de que los alcaldes sean elegidos por el pueblo». La cita, recogida por el diario 'Arriba' el 7 de marzo de 1975, es de Pilar Careaga, entonces alcaldesa de Bilbao, y refleja muy bien cómo veían su función pública y su relación con la ciudadanía quienes encabezaban los ayuntamientos durante el franquismo. De hecho, es tan representativa de la figura que la pronunció y del régimen dictatorial al que representaba que abre la introducción del tercer volumen de 'Bilbao desde sus alcaldes', obra coordinada por Joseba Agirreazkuenaga y Mikel Urkijo, que cubre las vicisitudes del Ayuntamiento bilbaíno entre 1937 y 1979, un periodo durante el que «el alcalde y la ciudadanía no estaban relacionados.
El alcalde era un delegado gubernativo más, como el gobernador civil». Es algo que ha recordado y dejado claro el alcalde actual, Juan Mari Aburto, tras recibir como donación, de manos de la fundación Gondra Barandiarán, el archivo personal de Careaga, que custodiaba un particular en Madrid. Aburto ha destacado el «valor histórico indudable» de la documentación entregada y el interés del propio personaje, pero subrayando que Careaga fue «alcaldesa en una época de dictadura y cuyos valores evidentemente no compartimos».
Los documentos ya están en manos del Archivo municipal y en proceso de catalogado, pero el acto formal de su entrega se ha realizado este jueves en el Salón árabe de la casa consistorial. Aburto, acompañado por el concejal de Cultura y Gobernanza, Gonzalo Olabarria, y el concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, Asier Abaunza, ha recibido de Guillermo Barandiarán, presidente de la Fundación Gondra Barandiarán, la documentación producida y recibida por Pilar Careaga Basabe (1908-1993) «en las diferentes facetas de su vida personal, profesional y política». Han asistido al acto también los ediles Álvaro Pérez (PSE-EE), Esteban Goti (PP) y Ana Viñals (Elkarrekin Bilbao).
Careaga, nacida en Madrid e hija del conde de Cadagua, fue la primera y hasta ahora única alcaldesa que ha tenido Bilbao, cargo que desempeñó entre 1969 y 1975, además de ocupar otros puestos relevantes, como el de diputada provincial de Bizkaia (1964-1969) y el de presidenta de su Comisión de Beneficencia y Obra Social. Fue también, como ha recordado Aburto, «la primera mujer ingeniera industrial de España». Cursó estudios de aparejador y posteriormente en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, donde siguió la asignatura de Ferrocarriles, lo que la llevó a convertirse en la primera mujer que condujo un tren en España. Hablaba alemán, inglés y francés.
Conservadora y muy activa políticamente, perteneció a Renovación Española. Durante la Guerra Civil, fue delegada de Asistencia al Frente y Hospitales de Falange, lo que le valió ser condecorada por parte de las autoridades franquistas. Tras su paso por la Diputación provincial, sucedió a Javier Ybarra y Bergé en la alcaldía de Bilbao en 1969. Su gestión se caracterizó por una política de reformas cuyo objetivo era tratar de solucionar la insuficiencia de infraestructuras de tráfico y comunicaciones. Además, intervino y participó en numerosos organismos y entidades benéficas, políticas y religiosas.
Como ha detallado Guillermo Barandiarán, la documentación que ha pasado a manos del archivo municipal puede dividirse en tres bloques. En primer lugar, la documentación producida en el desempeño de su cargo de alcaldesa. En segundo lugar, aquella correspondiente a su etapa como diputada provincial y presidenta de su Comisión de Beneficencia y Obra Social. Y, por último, la documentación personal y profesional. Se trata de un conjunto de casi 300 cajas. Para hacerse una idea del contenido, las 20 primeras del listado acumulan documentos y actas de Mercabilbao, la fábrica municipal de gas, el Casco Viejo, viviendas municipales, Consorcio de aguas, el valle de Asúa, mercados y mataderos, distritos de Bilbao. La caja 18 es de notas enviadas a concejales y jefes. En algún caso, la caja no contiene lo que se referencia en su exterior. Por ejemplo, la caja 124 llevaba la indicación 'Conferencias pronunciadas', pero en su interior había «principalmente documentación sobre asuntos municipales despachados (Policía municipal, Hacienda, estadística, obras y servicios, relaciones públicas, etc.)», según recoge el listado. Para hacerse una idea del volumen de todo el conjunto, Barandiarán ha comentado que con él «se llenó una furgoneta de buen tamaño para traerla a Bilbao».
Gracias a esta donación, el Ayuntamiento de Bilbao recupera una parte importante de su fondo documental, correspondiente al producido durante el mandato de Careaga, un periodo del que existía un serio vacío que el material recibido ahora viene a llenar. «Nos alegra saber que hemos rellenado un espacio vacío. Esperemos que los historiadores, bilbaínos y bilbaínas, saquen la mayor información posible, y que esa época un poco documentalmente vacía se vaya llenando».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.