Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Cientos de fieles, unas dos mil personas, venidos de diferentes puntos de España y Sudamérica, han llenado hoy la catedral de Santiago de Bilbao para asistir a la misa solemne de ordenación episcopal del presbítero Joseba Segura Etxezarraga, como obispo auxiliar de la villa. «Hoy ... se te confía el hermoso ministerio de cuidar de esta viña de Dios, que es la Iglesia», se ha dirigido a él durante la ceremonia el obispo de Bilbao, Mario Iceta, que ha presidido el acto. «El ministerio en la Iglesia no es subir ni promocionar, sino bajar, ponerse a los pies para servir», le ha dicho. «Ayudadme a ser buen obispo», ha contestado, humilde, Joseba Segura en su intervención, que ha tenido como protagonista a su madre.
Un total de 18 prelados, entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal y exobispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, y más de 250 presbíteros han concelebrado la misa, de dos horas de duración, cantada por el coro de la Capilla de Música de la Catedral. La ceremonia ha contado con la presencia, entre otras autoridades de Euskadi y municipales, del alcalde de Bilbao, Juan María Aburto; el consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, Bingen Zupiria; y el subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Vicente Reyes. «Un acto de este tipo tiene, para mí, un marcado sentido espiritual. Me hubiera gustado poder saludar aquí, en Bilbao, a mi tío, Antonio Pérez Morales, obispo auxiliar de Tenerife, pero ha tenido que acudir a otro encuentro», contaba la joven Melody del Mar, que ha viajado desde Gran Canaria con su prometido, Gabriel Santana, a la concelebración.
Joseba Segura (Bilbao, 1958) ingresó en el seminario de Bilbao a los 17 años y fue ordenado sacerdote en 1985. Desde entonces, ha recorrido las parroquias de San Vicente y San José, de Barakaldo; la de Santa Cecilia de Boston (EE UU) y después las de San Ignacio, Deusto y San José de Elorrieta, en Bilbao, tras su regreso a la capital vizcaína. Además, entre otros destinos y tareas en el seno de la Iglesia católica, estuvo en Ecuador, trabajando en Quito en el desarrollo de Cáritas nacional de Ecuador y la puesta en marcha de la parroquia La Transfiguración del Señor, de la que también fue párroco. Tan dilatada y variada experiencia llenó ayer la catedral de Bilbao de conocidos y amigos del religioso llegados de muy distintos rincones. «Vivió seis años en mi casa de Ecuador, hasta que luego tuvo su propia casa parroquial. Guardo de él excelentes recuerdos. Tenía que estar hoy aquí», explicaba a las puertas del templo la ecuatoriana Teres Tomelo.
Media hora antes de la ceremonia, el obispo de Bilbao ha recibido personalmente a las puertas de la catedral a las distintos autobuses e sacerdotes y fieles, que se han acercado al templo del Casco Viejo de Bilbao. El coro entonaba, entretanto, el popular 'Agur María', de Estitxu, mientras el público iba tomando sus asientos. Una canción en castellano, en un guiño a la comunidad latinoamericana, ha dado arranque a la ceremonia, 'Pueblo de Dios, bendice a tu señor'.
El obispo de Bilbao ha eligido para la misa el pasaje del Evangelio de la vid y los sarmientos, donde Jesús dice: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador (...) vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante». Con estas palabras, Mario Iceta ha querido «recordar» al ordenando que el sentido de su nuevo ministerio es «ponerse a los pies para servir».
El líder de la Iglesia católica vizcaína también se ha referido en su homilía al lema elegido por el nuevo obispo auxiliar. «Sé bien de quién me he fiado» para la ceremonia de su ordenación. «Lo sabes bien por la experiencia propia de tu vida», ha destacado, endalzando su trayectoria.
Segura, en su primer pronunciamiento público, ha querido que sus primeras palabras estuviesen dedicadas a su madre, fallecida. A su ama, Tere, quien, según ha contado, cuando la enfermedad terminal que padecía ya no le dejaba hablar, le escribió en una pizarra: «Joseba, no te lo creas». Su mensaje, según ha relatado, durante toda su vida, sin saber dónde llegaría su hijo, fue siempre ese: «Si un día te hacen algo, no te lo creas».
Al recuerdo de su madre, el nuevo obispo ha querido sumar «a todas esas grandes mujeres y hombres que con su ejemplo de fe y fortaleza han vivido con sencillez y fidelidad y sin pretender que hacían nada excepcional». En su intervención, en la que ha hecho gala de su buen humor, también ha querido hacer un reconocimiento a la comunidad latina, con la que compartió experiencias en Ecuador, al referirse a Dios como Diosito.
Su primer mensaje, como voz de la Iglesia de Bizkaia, ha tenido un marcado carácter ecologista, al poner el acento en los graves riesgos medioambientales que sufre el planeta. «La supervivencia de la Tierra comienza a dar signos de no poder soportar más depredación».
Además del presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, han participado en la ceremonia los arzobispos de Pamplona, Francisco Pérez; Oviedo, Jesús Sanz; Burgos, Fidel Herráez; el de Vitoria, Juan Carlos Elizalde; San Sebastián, José Ignacio Munilla; junto al de Santander, Manuel Sánchez; Guadix, Francisco Jesús Mengibar; Osma-Soria, Abilio Martínez y Tui/Vigo, Luis Quinteiro. Asimismo, han participado dos obispos llegados de Ecuador, Julio Parrilla, obispo de Riobamba; y Skiper Bladimir Yañez, obispo de Babahoyo. Con ellos, han oficiado el arzobispo emérito de Zaragoza, Manuel Ureña; el emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, además de los obispos auxiliares de Pamplona, Juan Antonio Aznárez; y de Madrid, José Cobo, así como el primer consejero de la Nunciatura apostólica en España, Michael F. Crotty, entre otros representantes institucionales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.