Un paciente es trasladado en una camilla para ser atendido en la unidad de Urgencias del hospital de Cruces. ignacio pérez

La avalancha de pacientes lleva al límite a las Urgencias de Cruces y Basurto

El hospital bilbaíno afronta el aumento de enfermos con una plantilla lastrada por las bajas, lo que eleva los tiempos de espera

Sábado, 5 de noviembre 2022, 01:47

Los servicios de Urgencias de Osakidetza han experimentado un importante aumento de usuarios. La situación se agudizó a partir de la primavera. Pero lo del pasado octubre ha sido de otro nivel. El hospital de Cruces, por ejemplo, ha marcado un nuevo récord con 11. ... 100 personas atendidas en esta unidad, según los datos a los que ha tenido acceso EL CORREO. Nunca en los cuatro años anteriores, ni con pandemia ni sin ella, este área había recibido tantos pacientes.

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En Basurto, la demanda ha aumentado estos últimos meses «un 30%» con respecto a la misma época de 2018 y 2019 y los profesionales se confiesan «desbordados». Según explica Mentxu Espallargas, médica de Urgencias en este centro y colaboradora del Sindicato Médico de Euskadi, el récord de atenciones diarias en este área se sitúa en 212. Se alcanzó en enero de 2019, en pleno pico de epidemia de la gripe. Ahora esas cifras se han vuelto habituales. «Atender a más de 200 pacientes al día ya no es algo excepcional, es lo normal», detalla.

Pero el problema no es solo que reciban a más pacientes. Es que en Basurto tienen que hacer frente a este incremento de la actividad con una plantilla reducida. Según explica Espallargas, el servicio cuenta en la actualidad con tres compañeros de baja por diferentes motivos. A esto se suma que una parte de los compañeros mayores de 55 años se han acogido, por edad, a su derecho a no hacer guardias y que en los dos últimos años «solo se ha contratado a un médico». El resto de puestos vacantes ofertados por Osakidetza en esta unidad, afirma, siguen sin cubrirse. Hay facultativos de otros servicios que se han ofrecido voluntarios para hacer guardias pero, aún así, «no llegamos». La consecuencia es que «en turnos que tendría que haber cuatro médicos solo estamos tres y nos tenemos que cubrir entre los propios compañeros y hacer más guardias para no dejar desatendida la unidad», explica.

Esta situación de falta de profesionales repercute sobre los pacientes. En la Urgencia los enfermos son clasificados en cinco niveles en el triaje en función de su nivel de gravedad. El 1 y el 2 son los muy graves y son atendidos nada más llegar. El 3 es el de una situación intermedia. En Basurto han pasado de ser tratados por un médico en no más de 30 minutos a tener que esperar «entre 2 y 3 horas». Las demoras para los niveles 4 y 5 han llegado en ocasiones «a las 8 y 10 horas». Estos últimos usuarios, los que llegan con problemas de salud de ámbito ambulatorio, son los que más se han incrementado en los últimos meses. Y las consecuencias las sufren todos: médicos que no dan abasto y pacientes que incluso se han marchado antes de ser atendidos hartos de esperar. «En las últimas semanas me ha pasado más de una vez de llegar al hospital a la mañana y atender a un paciente que llevaba toda la noche aguardando a ser visto por un facultativo», lamenta Espallargas.

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Y ser examinado por un médico no significa el final de las esperas. Hay casos de pacientes a los que se decide ingresar y que llegan a pasar «40 y 50 horas» en esta unidad a la espera de que se libere una cama en planta, según aseguran los trabajadores.

Tal es el agotamiento de los profesionales de Basurto que han llegado a colocar en la unidad una nota informativa en la que indican a los usuarios y acompañantes que, en las condiciones actuales de escasez de personal, pueden notar una demora mayor en la atención. Aseguran que se esforzarán en su labor «con profesionalidad y en condiciones dignas» pese la situación. Y les ruegan, si están molestos «por la demora o la merma de la atención recibida», que presenten una reclamación ante Osakidetza «por no utilizar todas las medidas a su alcance para garantizar una adecuada cobertura asistencial».

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La situación en las Urgencias de Cruces es algo más llevadera. El volumen de pacientes que recibieron en octubre fue algo menor -un 10% mayor que el de los mismos meses de 2018 y 2019-. Pero, en especial, no cuenta con grandes problemas de bajas entre sus facultativos. Esto permite a sus profesionales asumir este aumento con un menor grado de estrés. Lo que no ha evitado es que este mes se haya visto a pacientes en camilla en los pasillos al estar los boxes llenos. También se han dado picos con 70 personas en la zona ambulatoria una tarde cualquiera esperando entre 1 y 3 horas para ser vistas por un médico tras haber pasado el triaje.

Fin de contratos en Galdakao

Según detalla Aitor García Vicuña, médico adjunto de este servicio en Cruces, el 40% de los pacientes que llegan a esta unidad tiene más de 65 años. Muchos de ellos son pluripatológicos. También reciben mucha patología abdominal. Los cuadros respiratorios y las neumonías gripales y bacterianas, que fueron muy abundantes durante septiembre y la primera mitad de octubre, se han mitigado en las últimas dos semanas.

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En Galdakao, a las «elevadas cargas de trabajo» se suma otro problema. Según denuncia ELA, esta unidad tiene 65 médicos y a siete que acaban ahora contrato Osakidetza lo que les había ofrecido era trabajar en la Atención Primaria de esta organización sanitaria. Ahora les ofrece un acuerdo mixto para trabajar un 50% en el hospital y la otra mitad en ambulatorios de la zona. Harkaitz Herreros, de ELA, indica que si Salud «no ofrece buenas condiciones laborales a estos facultativos se acabarán marchando», lo que agravará el problema actual de falta de médicos en algunos servicios.

10horas han tenido que esperar algunos pacientes en las Urgencias de Basurto desde que pasan por el triaje hasta que son vistos por un médico.

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