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Julio Arrieta y Víctor Pérez
Jueves, 25 de julio 2019
«¡Aúpa, cuadrilla!» Con esta frase de bienvenida tan jatorra dio inicio Karlos Arguiñano ayer a mediodía a la edición número 27 de la Euskal Encounter en el pabellón número 5 del BEC, cuando ya funcionaban a pleno rendimiento la mayor parte de los 5. ... 000 ordenadores que rugirán allí hasta el domingo. La 'cuadrilla' en cuestión vendrían a ser otros tantos miles de usuarios y profesionales de la informática. Con el recinto aún sin llenar pero ya muy animado, el popular cocinero apretó el disparador que inauguraba el encuentro con José Miguel García, consejero delegado de Euskaltel, organizadora del encuentro a través de la Fundación Euskaltel Konekta, y Aitor Urzelai, director de Emprendimiento, Innovación y Sociedad de la Información del Gobierno vasco.
Fue Urzelai el que antes había dado pie a Arguiñano, al explicar que en Euskal Encounter se encuentran «el talento, la conectividad y la ciberseguridad, los tres mismos ingredientes» con los que trabaja la «estrategia Basque Industry 4.0». Y claro, «si se habla de ingredientes tiene que estar Arguiñano», dijo el cocinero, que en realidad intervenía en la inauguración del evento porque protagoniza la última campaña promocional de Euskaltel. El consejero delegado de esta compañía también jugó con la metáfora gastronómica al hablar de «las maravillas que están cocinando» los participantes, sobre muchos de los cuales «acabaremos leyendo u oyendo hablar en el futuro como grandes innovadores y emprendedores».
Porque en los 50.000 metros cuadrados del BEC que ocupa Euskal Encounter no solo se reúne gente para jugar. También hay quien trabaja, programa y crea. Un paseo a media mañana entre las hileras de máquinas, con muchos puestos aún sin ocupar, era toda una experiencia. Se podía ver a multitud de usuarios acarreando sus equipos y sofisticadas sillas ergonómicas de jugadores, haciendo acopio de víveres, o instalando pantallas de definición alta, altísima o estratosférica. Llamaban la atención las CPU customizadas –entre las que destacaba una en forma de pirámide transparente, con sarcófago dentro y todo– o engalanadas con los más variados motivos –un estandarte de Slytherin, de la saga Harry Potter, por un lado; peluches de Doraemon por otro; 'Star Wars' por doquier, referencias a juegos míticos como 'El día del tentáculo'– los teclados luminosos, mandos de pilotaje con aspecto de haber sido extraídos de un F-22 y las impresoras 3D.
Mientras, en el pabellón 3 se abría la Opengune y desde primera hora había visitantes jugando con dispositivos de realidad virtual, admirando el vuelo de unos drones o intentando charlar con un robot social, a la espera de que empezaran los talleres y conferencias.
La mayor parte de los participantes de la Euskal Encounter son hombres, pero las mujeres han ido ganando terreno con los años y ya tienen una presencia que salta a la vista. Por no hablar de las familias enteras, con niños de todas las edades, algunas jugando en línea. «Es un encuentro en el que se mezcla lo lúdico con el trabajo», resumía Sabino San Vicente, su organizador. «Si es que es una fiesta», remataba Arguiñano. Así pues, «¡Aúpa cuadrilla!».
En la Euskal Encounter se concentra la informática más avanzada, pero también cuenta con un corazoncito 'retro' para nostálgicos de tecnologías pasadas. De hecho, se llama RetroEuskal y está en el Opengune, la zona de acceso libre del encuentro. Aquí se muestran en perfecto estado de funcionamiento ordenadores, juegos y programas históricos. «Siempre traemos cosas que cumplan aniversarios redondos», explica Eduardo Mena, de la asociación Retroacción. Estaciones de trabajo con Unix, «programa que cumple 50 años», el juego 'Lunar lander' de Atari, que es de 1979, «PC con Windows 95 con el juego buscaminas, ¡que también cumple años!». ¿La joya de esta edición? La primera PlayStation, que tiene 25 años.
Participantes en el BEC
Este madrileño ha recorrido los casi 400 kilómetros que separan la capital de Barakaldo para «desconectar de la rutina». Pretende aprovechar sus vacaciones y revivir momentos nostálgicos: «Quiero recordar cuando tenía 20 años y jugaba sin parar». Trabaja como programador y reconoce que el equipo que ha traído es de la empresa, pero «eso sí, los jefes están al tanto».
Este joven es un fanático de 'Vegeta', superhéroe de la mítica saga 'Dragon Ball'. Viste la camiseta del héroe y, según explica, el diseño de su ordenador «está basado en el personaje».
Para el pequeño Eneko es la primera vez que duerme aquí. Se estrena junto a Asier, su padre, que explica que esto es su «premio» por haber sacado buenas notas.
Esta joven de 22 años se entrega tantísimo al juego que llega a gritar a la pantalla. Vive las partidas con tanta intensidad que, según explica, a veces está tan absorta en el monitor «que me olvido de comer». Mientras explica que espera a mañana sábado «porque es el día que hay más fiesta», enseña orgullosa toda su colección de figuras.
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