Un individuo de 34 años se atrincheró la tarde de este domingo en la barbería que regenta en Basarrate, en el barrio de Santutxu, después de amenazar con una katana a una mujer, según ha confirmado este lunes el Departamento de Seguridad a través de ... un comunicado. El hombre fue extraído del local por agentes de las Patrullas de Respuesta Inmediata (PRI) de la Ertzaintza, conocidos como Bizkor.
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El suceso se inició alrededor de las seis y media de la tarde. El barbero que, según los vecinos acababa de salir del calabozo tras ser detenido por verse implicado en una pelea, se dirigió a la Campa del Muerto, en Basarrate, y amenazó a una mujer con una katana que exhibía en una mano. Una vecina le vio después introducirse en su local, ubicado en la calle Médico Antonio Eguiluz, con manchas de sangre en la espalda.
En un primer momento se pensó que estaba en el interior con otra persona, aunque esa versión quedó descartada. El individuo se encerró y no quería salir. Amenazó también a los agentes de la Ertzaintza que intentaban controlar la situación. A partir de ese momento, se desplegó un importante dispositivo de seguridad. Agentes de la Policía Municipal acordonaron la zona para que ningún vecino pudiera correr peligro al estar el hombre armado. Dos furgones de los Bizkor con agentes dotados de cascos y escudos se colocaron en la puerta del local, que tenía la persiana a medio bajar.
También intervino un equipo de negociadores que habló con el barbero a través de la puerta para que depusiera su actitud. Sin embargo, pasaron más de dos horas y media hasta que finalmente, los especialistas accedieron a la barbería y redujeron al hombre armado. Los ertzainas le sacaron pasadas las nueve de la noche y le condujeron a una ambulancia para su traslado a un hospital. En el interior del local donde había permanecido atrincherado fueron incautadas dos navajas, una radial, un bastón con punta metálica, una cizalla, un bate de béisbol, un machete y un serrucho. Se da la circunstancia de que el individuo había sido arrestado esa misma mañana y puesto a disposición judicial por su implicación en un robo con violencia.
La intervención policial generó una gran expectación en el barrio, donde el barbero es conocido. «Era un chico muy majo y educado, pero la droga le ha echado a perder», decía una vecina, que solía llevar a su hijo a cortar el pelo en el local. Una vez que el individuo fue extraído, operarios de una perrera se llevaron a dos pastores belgas Malinois, que tenía en la barbería. Según los vecinos también tenía un cordero.
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