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Para la mayoría ha sido el rostro y la voz de la Iglesia vizcaína en la última década; Mario Iceta, el obispo de Bilbao. Pero otros le consideran un «pastor», incluso «un amigo», la persona con la que han trabajado de forma «estrecha» todos ... estos años. Ellos, representantes de asociaciones, universidades y templos religiosos, destacan la «cercanía» y la «disponibilidad» con la que ha ejercido su mando estos años, una forma de hacer y de tratar que les ha dejado huella.
Luis Alberto Layo. Párroco de la Catedral
«El de estos años ha sido un trabajo con él extraordinario, de gran confianza, de gran colaboración, y no tengo más que palabras de mucho agradecimiento a su persona por su dedicación». Quien habla es Luis Alberto Loyo, deán de la Catedral de Santiago, ordenado sacerdote hace 26 años y que, cuando llegue el relevo de Mario Iceta, habrá estado ya bajo la tutela de cuatro obispos. De ahí que subraye que «todas las épocas han tenido etapas difíciles», desde los años «de violencia» hasta la actual pandemia. En esta última década, esas complicaciones, como responsable de uno de los templos más relevantes de Bilbao, además de prefecto de Liturgia, las ha tratado, con un contacto estrecho, con el todavía obispo.
No le asusta el cambio –«estamos educados en la obediencia y nuestro jefe lleva siendo 2.000 años el mismo»–, aunque reconoce que siente «pena» después de «casi doce años, desde que Iceta fue nombrado obispo auxiliar». Es una «gran lástima» para la Diócesis que no continúe, si bien está contento de que «el Papa le haya nombrado arzobispo de nuestra diócesis metropolitana». «Eso, tener la confianza del Santo Padre, sí que es un reconocimiento a todo su trabajo y a la tarea realizada», destaca.
José María Guibert. Rector de Deusto
En el ámbito académico, también destaca la aportación de Iceta. El rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert, pone de relieve «la cercanía» que el prelado ha mostrado durante estos años al centro de enseñanza superior. En ese sentido, el responsable de las instalaciones subraya que el todavía obispo ha colaborado con la vida universitaria de diferentes maneras. Lo ha hecho «aportando estudiantes y profesores a la Facultad de Teología», por ejemplo; presidiendo «muchas eucaristías de comienzo de curso»; en variadas «visitas y charlas»; y «enseñando nuestra universidad a personalidades que visitaban la Diócesis». Tanto es así que Guibert le define como «nuestro embajador en el mundo».
El rector apunta además que, con su traslado al Arzobispado Burgos, «Monseñor Iceta muestra su disponibilidad al servicio de la Iglesia universal». Y desde la Universidad, asegura, «le deseamos lo mejor en su nuevo destino; que el Señor le siga bendiciendo».
Javier Diago. Presidente de la Cofradía de Begoña
Javier Diago, Hermano Abad de la Cofradía de Begoña, recuerda que, cuando Mario Iceta llegó como obispo auxiliar, el entonces titular de la Diócesis, Ricardo Blázquez, le comentó que su 'número 2' «era un regalo del cielo». Más de una década después, Diago asume esas palabras como propias, y destaca tres aspectos del prelado. El primero es «la cercanía», porque se trata de una persona a la que «le puedes plantear lo que sea sin ningún tipo de problema», alguien que «se acerca a la gente, y a quien la gente aprecia, porque le dan absolutamente igual la procedencia, la cultura...». En segundo lugar, pone de relieve la «disponibilidad», que «ha sido un obispo 24 horas al día, con gran entrega». Y lo tercero es la «claridad de sus mensajes». «Sus homilías son luminosas», afirma, y en ellas se nota que «es un hombre muy inteligente, con dos carreras, siete idiomas...», capaz de hacer llegar su mensaje a todo el mundo. Ahora quedará «un vacío», aunque se consuela pensando que «también nos pasó cuando se fue don Ricardo, y vino don Mario», y llenó el hueco. Así que tiene «esperanza» en que llegue a la Diócesis un sustituto con las mismas cualidades.
Carlos Bargos. Director de Cáritas Bizkaia
Carlos Bargos, director de Cáritas Bizkaia, lleva ocho años en el cargo, y siempre lo ha desempeñado bajo el paraguas de Iceta, a la postre «el presidente de todas las Cáritas Diocesanas» del territorio. Y ha sido un obispo, asegura, que «ha acompañado de manera muy sensible la realidad» de la organización, y «a las personas vulnerables». Además, «ha estado muy presente» en la actividad de la entidad, cuyo Consejo se ha sentido «muy apoyado». Otro de los aspectos que destaca es que «hemos sentido un nivel grandísimo de confianza por su parte en la labor que hacíamos», algo que quieren «agradecerle». También que «siempre ha escuchado nuestras propuestas, nuestros análisis», que ha ejercido de «altavoz» del colectivo y que, «cuando hemos tenido que tomar decisiones con cierto riesgo, ha estado para impulsarlas y animarnos». Bargos le considera una persona «muy cercana al pueblo llano» que ha podido moverse bien «en unos años muy intensos en una Iglesia como es la vizcaína, muy rica». Por todo ello le desea «un futuro lleno de sentido, con el mismo compromiso que ha tenido hasta ahora».
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