Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hasta hace un par de semanas una trinchera con sacos terreros en Artxanda sólo sería una recreación histórica, un recordatorio de lo que ocurrió hace décadas y que buena parte de la gente miraría como se mira a un trilobites o a un cetro medieval. ... Algo muy lejano. Hoy, sin embargo, ese entorno de aire bélico nos acerca a casa, al presente, a la vanguardia misma de la historia. A algo muy cercano. A tantas fotos que salen en el periódico de hoy.
Todo esto viene a cuento porque la mañana de este jueves se ha inaugurado una pasarela de 186 metros en Artxanda para dar acceso a una trinchera que formó parte del Cinturón de Hierro, la estructura defensiva que sirvió a Bilbao durante la Guerra Civil, y que también se ha restaurado. Nada tienen que ver lo ojos con los que se miraba la obra cuando arrancó, hace cuatro meses, con los ojos con los que se mira ahora, cuando Euskadi se prepara para una «economía de guerra» y los refugiados llegan sin parar. Ahí se ven las dinámicas circulares de la historia.
Lo recordaron Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, y Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora. Frente a la trinchera, el jefe del equipo de gobierno municipal apuntó que la visión «nos evoca a momentos que estamos viviendo ahora en Ucrania, muy cerca. Se reproducen las cosas que ocurrieron en el pasado». Ezenarro, por su parte, se fijó en que hace casi noventa años, en una guerra cruel, «había personas que defendían la paz», y es esa «memoria positiva» la que hay que tener en cuenta ahora, «sobre todo estos días que estamos asistiendo a la invasión de Ucrania».
La potencia simbólica del entorno es algo en lo que se fijaron los asistentes al acto de inauguración, entre los que se contaban miembros de todos los partidos políticos presentes en el Ayuntamiento, además de los concejales Asier Abaunza y Kepa Odriozola, y el alcalde de Sondika. La inversión ha sido de 159.189 euros.
Hay que tener en cuenta que una de las patas en las que se sostiene la futura y cada vez más próxima recuperación de Artxanda es la memoria histórica. Y la nueva pasarela, junto con la trinchera del Cinturón de Hierro, forman parte de esa estrategia. Están cerca del parque de la Huella, bajando hacia el restaurante Ballano. La plataforma es de madera, de dos metros de ancho, y hace zigzag para que la pendiente no supere el 6% y sea así accesible a personas con movilidad reducida. Hay dos atriles interpretativos en los que se explica qué es lo que hay ahí y unos códigos QR que remiten a sitios web con más información.
La trinchera ya había sido excavada durante el año 2016 por un equipo de arqueólogos, pero encontrándose en la parte baja de una ladera no era muy accesible, pese a estar próxima a Itinerario de la Memoria. Así que la pasarela juega un papel importante. También, para que las cosas sean como en 1936, la obra presentada hoy incluye sacos de arpillera.
Tanto Aburto como Ezenarro hicieron énfasis en la importancia que tuvo el Cinturón de Hierro, una línea de fortificaciones de más de 80 kilómetros, para proteger Bilbao de las tropas franquistas. Al final, entraron, pero durante el tiempo que resistió miles de personas lograron huir y salvar la vida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.