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Los concesionarios de coches vizcaínos solo cuentan con un 'plan A' y volverán a calentar motores desde mañana con el lanzamiento de las ofertas más «potentes y agresivas de toda la vida» para liberar el stock y frenar una caída de las ventas que podría ... alcanzar el 60%. Los descuentos llegarán a 8.000 euros en algunos modelos. «Necesitamos hacer caja porque los créditos ICO se tramitan pero no acaban de llegar», advierte Fernando Roca, gerente de Mintegui. Las firmas 'premium' confían en aguantar «un poco mejor» la crisis.
El sector pretende renovar un parque automovilístico envejecido -cuenta con una antigüedad superior a los 11 años- y reclama un mayor apoyo gubernamental para salir de un atolladero que le ha llevado a vender solo 60 unidades el pasado abril en Euskadi. A la espera de calibrar la evolución del mercado, confía en empezar a carburar con la gran carga de trabajo que les espera a los talleres, pese a representar solo el 40% de la facturación, para luego recuperar el pulso de las ventas, «verdadero motor de los negocios», subraya Pedro Díez, gerente de Alzaga
«Trabajo no nos va a faltar en revisiones y reparaciones», aseguran, pero lo tildan de «insuficiente» para afrontar un futuro para el que en ningún caso contemplan meter la tijera a las plantillas. No obstante, la incorporación de los empleados será paulatina, especialmente en las áreas de ventas, con la presencia en algunos casos de solo el 40% de comerciales.
La pandemia ha cambiado un negocio en el que internet cobra un mayor protagonismo, ya que una de cada 5 ventas se cierra ya a golpe de clic. E incluso los comerciales acercan los turismos a los domicilios de los clientes para que los prueben en solitario y evitarles riesgos sanitarios.
Idoia Rodríguez vende coches Peugeot y liga el futuro del sector a la resolución de los ERTE concertados por numerosas empresas a raíz de la pandemia. «Sin dinero, no te compras un vehículo nuevo y tiras con el viejo; y si cambias, optas por uno de ocasión, mucho más barato». En el último trimestre, por el contrario, «si los ERTE desaparecen», aventura, el mercado de turismos nuevos puede experimentar «un importante tirón». Karealde incidirá en la mejora de las condiciones de financiación y ofrecerá «todas las posibilidades», pero cree que «mal haría el Gobierno si no establece planes de ayudas y fomenta incentivos fiscales. Mal vamos si dejan caer al 10% del PIB del país», sentencia.
Bernaola es optimista, aunque tampoco oculta sus dudas. Dice que a los talleres de carrocería y mecánica les espera «una carga de trabajo» muy importante, pero ignora cómo van a responder «los clientes. Tampoco tengo ni idea de cómo irán las ventas», reconoce. «Si hay trabajo, iremos a por todas, pero es un año en el que vamos a perder dinero», asume. No obstante, prefiere ver el lado más positivo: «Va a costar arrancar en mayo, pero creo que luego, poco a poco, iremos recuperando actividad porque todos tenemos claro también que va a ser un momento muy bueno para comprar. Las promociones que vamos a lanzar van a ser las más potentes de toda la vida. ¡Una cosa histórica!», afirma.
Roca prevé un arranque «muy flojo y lento». Y si antes la compra de un coche se cerraba en un mes, ahora llevará «2 o 3». Si algo «ha llegado para quedarse» es la tecnología digital. Una de cada cinco ventas se realiza vía online. El expositor físico pierde fuerza en favor de internet. «Ahora hasta nos desplazamos al domicilio del cliente y le llevamos el coche para que lo pruebe en solitario evitando así el contacto físico. Las instrucciones del vehículo se las mandamos a través de correos electrónicos. Lo que antes era una hora y media de explicaciones, ahora se queda en 10 minutos». Roca prevé un descenso de ventas del 40%, un duro golpe para un sector que «ya iba justo de márgenes».
El director-gerente de Alzaga admite que la apertura será «complicada de gestionar». El parón de la actividad y el escaso tráfico -abril cerró con un desplome del 98% de las matriculaciones- han generado «poco mantenimiento en los vehículos» y menos trabajo «a las carrocerías y averías de tipo eléctrico como las baterías». Esta nueva situación vislumbra, a su juicio, un cambio de tendencia en la adquisición de vehículos al sustituirse la compra en propiedad por la de pago por uso, 'renting' o cuota fija mensual «con todos los servicios incluidos. Viendo lo que acontece en los mercados que nos preceden en esta pandemia, fórmulas como el coche compartido pueden tener un futuro incierto», insinúa.
Berasategui es la imagen de Mercedes Benz y opina que la «suma de factores» como los «mayores descuentos» por parte de la marca, la «privatización» del uso del vehículo y la antigüedad del parque móvil supondrán «una oportunidad que debemos aprovechar». Calcula una caída de las ventas en torno al 30% y cree que trabajar con una clientela de poder adquisitivo «medio-alto» le permitirá afrontar la crisis en mejores condiciones. «No debería tener tanto impacto, aunque más que creerlo, lo espero», matiza. Estima despachar entre 500 y 600 unidades frente al millar de 2019. «Vamos a pasar de una crisis sanitaria a una financiera que va a causar mucho daño a pymes y autónomos».
Entre los objetivos prioritarios del presidente de la Asociación de Concesionarios de Bizkaia figuran la elaboración de «estrictos» protocolos de seguridad para garantizar la salud de empleados y clientes y la recuperación «del terreno perdido». Todas las marcas lanzarán «ofertas muy agresivas y daremos facilidades de pago a los clientes». Ahora bien, entienden que no es suficiente con solo «su esfuerzo», por lo que han trasladado a los gobiernos «la necesidad de contar con incentivos nacionales y flexibilizar el Plan Renove Vasco, en vigor, para que puedan acogerse más usuarios». Lekue recuerda el peso «tan importante» del automóvil en Euskadi -12,5% del PIB- y, algo más negativo que sus colegas, sugiere que las ventas retrocederán un 60% este año.
Con tres establecimientos (Ford, Citroen y Opel) y un centenar de empleados, Tolaretxipi desprende optimismo y percibe actividad. «Hay gente llamando para coger citas de revisión y también interesada en comprar. Hay ganas», destaca. Con las fábricas paralizadas desde hace casi dos meses, asegura que las marcas trabajan en «quitarse los stocks lo antes posible». Cree que los nuevos pedidos no se podrán entregar hasta finales de año y que algunos modelos llevarán descuentos de hasta 8.000 euros. Asegura que las fórmulas de financiación pueden llevar a muchos clientes a dar el paso y cambiar de coche. «Trabajaremos con el 'lléveselo ahora y empiece a pagar en septiembre u octubre'».
Fernando Arroyo afirma que es «pronto» para hablar de «ofertas comerciales y expectativas de mercado». Cree que, en principio, funcionará mejor el servicio postventa por la cantidad de trabajo que se quedó «colgado» antes del confinamiento, pero confía en que las recomendaciones sanitarias aconsejando el uso del vehículo privado sirvan de «estímulo» al sector. Por eso juzga clave el devenir económico «a corto plazo. Si dentro de dos meses se producen muchos despidos, la gente tendrá claro qué hacer entre reparar su coche o comprar uno nuevo. Las ofertas serán muy agresivas, pero todo tiene un límite y preferimos apoyarnos en la fiabilidad y prestigio de nuestros productos», sentencia.
BMW, Mini, Volvo, Jaguar y Land Rover son marcas con las que trabaja Carwagen. Prieto dibuja un trimestre «duro, duro, duro», con ventas «muy complicadas» y un «importante pico de trabajo» en los talleres. «A ver cómo sobrevivimos y nos buscamos la vida». Las expectativas de la marca, admite, no son «altas» tras haberse marcado unos «objetivos flexibles y muy alcanzables». Carwagen arrancó el año con cifras bastante mejores» que el anterior y espera que las ventas recobren la senda de la recuperación a partir de julio «para poder salvar un poco los muebles». Confía en el ejemplo chino, donde repuntaron las ventas de turismos. «El coche ha recuperado un valor añadido», esgrime.
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