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El Ganekogorta está invadido de maquinaria pesada desde hace al menos dos semanas. Los trabajos para la renovación de algunas torretas de la línea de alta tensión entre Gatika y Güeñes han obligado a abrir pistas en las faldas de la montaña que faciliten el ... movimiento de grúas y excavadoras. Es una actuación esencial para garantizar el suministro energético en Bizkaia, según explican desde Red Eléctrica, la empresa encargada.
Sin embargo, estas obras comenzaron a realizarse sin los permisos municipales pertinentes, lo que ha soliviantado los ánimos de Arrankudiaga y Alonsotegi, los ayuntamientos afectados. El primero de ellos ya decretó la semana pasada, como medida cautelar, la «inmediata suspensión» de la actuación. El segundo lo ha hecho este lunes. Así lo permite la ley vasca de suelo y urbanismo, que autoriza a los alcaldes de los ayuntamientos afectados a ordenar la inmediata suspensión de las obras clandestinas que se realicen en los terrenos municipales.
Ambos consistorios, gobernados por EH Bildu, han solicitado a Red Eléctrica que facilite la solicitud de legalización de las obras, acompañado del proyecto de actuaciones a realizar. Desde la empresa energética, por su parte, aseguran que estar trabajando en la tramitación de las autorizaciones necesarias.
Alonsotegi ya realizó un requerimiento en el que solicitaba a la empresa energética justificar su actuación. Sin embargo, ante la ausencia de respuesta, ordenó este pasado lunes la suspensión de la obra.
La autorización municipal es obligatoria para llevar adelante la obra, aunque la tutela de los montes corresponde a la Diputación foral de Bizkaia. Según explican desde esta administración, esta intervención está declarada de utilidad pública por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya que se trata de una instalación eléctrica. De esta manera, la Diputación foral se ha limitado a establecer las condiciones en las que deben realizarse los trabajos. Así, han solicitado que la empresa encargada de la operación que resemille la zona en la que está abriendo las pistas y la devuelva a su estado natural. Deberá hacerlo cuando tenga los permisos municipales.
Por su parte, Javier Rodríguez, presidente de la Asociación de Ganaderos de Alonsotegi, avisa de que la apertura de estos caminos puede provocar un peligro de erosión del suelo. «En la temporada de lluvias baja mucho material, lo que puede generar una situación peligrosa», asegura.
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