Arrancan las obras para reordenar la carretera de Artxanda

Tras una primera licitación fallida por la falta de ofertas, la Diputación consiguió finalmente adjudicar el proyecto, no sin antes incrementar el presupuesto, que ha pasado de los 1,2 millones iniciales a 1.449.163 euros. El plazo de ejecución de los trabajos, que se enmarcan dentro del Plan Especial de Artxanda e incluyen la urbanización del tramo central de la BI-3741, se mantiene en ocho meses.

Situada al norte de Bilbao y al sur de Sondika, la carretera cuenta en la actualidad con varios accesos a ambos lados, los de tres colegios -Fátima, Jesús María y Trueba- y los del entorno del barrio de Berriz, así como con dos intersecciones de paso al área recreativa, donde se concentran instalaciones deportivas, restaurantes y zonas de ocio. Actividades que generan un intenso tráfico, con una entrada media de 7.000 vehículos desde Enekuri y de más de 8.000 de salida hacia Santo Domingo los días de labor, que desborda la capacidad de una sola calzada de doble sentido de circulación y dos carriles falto de aceras y de carriles bici.

En 2016, las Juntas Generales de Bizkaia se hicieron eco de las numerosas reivindicaciones ciudadanas e instaron a la institución foral a analizar el estado de la carretera para después proponer soluciones. Según el citado informe, garantizar una circulación segura por Artxanda para conductores, ciclistas y peatones pasaba por acondicionar un paseo y habilitar tres rotondas. Las obras de la primera de estas glorietas ya han arrancado.

Enclavadas en el acceso oeste al parque de Artxanda, a la altura de Nogaro, los técnicos proponen la ejecución de una nueva glorieta de tres patas, dos para la BI-3741 y una para el paso al área recreativa, lo que permitirá transformar «el complicado giro a izquierdas en un movimiento prioritario». La actuación se completará con un itinerario peatonal.

El segundo punto de intervención se localizará en las inmediaciones del centro privado de enseñanza Trueba, donde se concentran varios accesos. Además de la entrada al propio centro, allí confluyen otra intersección al parque y la conexión con el camino Landeta, que da acceso a viviendas particulares. «Es una zona con mucha actividad, tráfico elevado de autobuses y giros a la izquierda», advierten desde la institución foral. De ahí la necesidad de construir otra rotonda y de ejecutar, junto a ella, «un pinchazo para regular los movimientos de entrada y salida del colegio».

En la intersección que comunica la BI-3741 y la BI-3742, vial que da acceso a la carretera de Santo Domingo en sentido Bilbao, se contempla el último punto de actuación. La solución seguirá el esquema de las fases anteriores: otra rotonda y un pinchazo para atender las necesidades de los resindentes en las viviendas particulares que se levantan en la zona. Un itinerario peatonal rematará el proyecto.