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Sergio Llamas
Viernes, 23 de agosto 2024, 00:56
Las plazas de aparcamiento son un bien limitado en Lekeitio. Su ocupación está saturada durante el verano. Desde 2017, en la localidad hay zonas de parking restringido -están pintadas de color verde- que han ido ganando espacio con el paso de los años y que ... ya ocupan prácticamente todo el entramado urbano. El Ayuntamiento, gobernado por EH Bildu, ha puesto en marcha un sistema que trata de impulsar la rotación de los vehículos y de forzar el uso de medios de transporte alternativos. El modelo en funcionamiento desde este 2024 establece, en síntesis, tres zonas -verde, azul y roja- en las que los residentes empadronados, los vecinos de las localidades próximas (Munitibar, Aulesti, Gizaburuaga, Amoroto, Mendexa, Ipaster y Ea) y los transportistas tienen una serie de ventajas frente a los veraneantes con vivienda propia en el municipio costero.
Un mecanismo que es discriminatorio. Así lo considera, al menos, el Ararteko en una resolución en la que aborda el trato desigual que se ha comenzado a dar a los residentes empadronados y a quienes tienen allí su segunda vivienda. Lo hace después de las protestas de estos últimos. Los primeros pueden aparcar de forma gratuita en cualquier lugar de la localidad, mientras que los segundos, a pesar de pagar allí impuestos como el IBI, de junio a septiembre sólo disponen de unos espacios limitados en estacionamientos disuasorios por los que deben adquirir abonos que van desde los 90 euros (por un mes), hasta los 180 (por tres). A los visitantes casuales y a los turistas, por otro lado, se les marca una tarifa de 12 euros al día, a partir de la cuarta hora, ya que las tres primeras son gratuitas. El Ayuntamiento justifica este nuevo mecanismo porque los vecinos y los de los pueblos cercanos son quienes más vida hacen en Lekeitio durante todo el año y los que impulsan el comercio local.
El Defensor del Pueblo vasco aborda la discriminación en el trato, aunque su retórica jurídica es más complicada. Por un lado recuerda que «las necesidades de estacionamiento» a las que se quiere dar solución «son las mismas para todos los residentes», ya lo sean 365 días al año o acudan solo en el periodo estival, y añade que el Ayuntamiento no aprecia ninguna «diferencia sustancial entre los residentes empadronados y los vacacionales con vivienda en su propiedad en cuanto al pago de impuestos municipales».
La resolución del Ararteko a la que ha tenido acceso EL CORREO recomienda al Consistorio costero que revise sus parámetros porque entiende que el sistema de aparcamiento supone unas fórmulas de «exención» o de «tarifas reducidas» en el pago de una tasa municipal sin los amparos normativos pertinentes. Subraya que ese tipo de descuentos únicamente deberían beneficiar a aquellos que tienen una menor capacidad económica. Es decir, que debería basarse en los ingresos de cada uno.
El Ayuntamiento justifica su modelo para beneficiar a quienes están en Lekeitio todo el año
El Ararteko cree que la diferencia de tarifas deberían justificarse en función de los ingresos
También critica que parte de la norma se ha desarrollado en un decreto de Alcaldía
Éste no es el único reparo del que alerta el Defensor del Pueblo vasco, que también considera excesiva la manera en que se ha desarrollado la ordenanza aprobada en el pleno de abril. Entonces la propuesta salió adelante con los siete votos favorables de EH Bildu -el equipo de gobierno- y el rechazo de los seis concejales del PNV, en la oposición. El Ararteko considera que se han introducido muchos cambios en esa ordenanza mediante un decreto de Alcaldía. Un proceder que, recalca, no es el adecuado. En su opinión, debería haber sido el pleno quien introdujera las modificaciones en la ordenanza.
El desagrado del Ararteko tampoco es el primer encontronazo que sufre el Ayuntamiento de Lekeitio con su ordenanza de estacionamiento regulado. En mayo la Diputación ya anunció que prohibía que se cobrara en los parkings disuasorios habilitados junto a la variante, con cerca de 250 plazas, cuando el Consistorio iba a pintarlas de azul. La institución foral subrayaba que no se podía porque eran terrenos de su titularidad, no del Ayuntamiento. El gobierno municipal, que acató la orden foral, argumentó que esas parcelas de aparcamiento son atendidas por el Consistorio desde su construcción hace 14 años.
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