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Luis López y Diana Martínez
Martes, 26 de noviembre 2024, 02:23
La mañana era propicia para un simulacro de emergencia química. El cielo estaba muy oscuro y a las diez parecía que aún no había terminado ... de amanecer; Petronor, un revoltijo de tuberías, lucecitas y chimeneas ardientes, daba una imagen de prosperidad fantasmagórica. A esa hora, a las diez, en Muskiz se activó la alarma. Sonaba como una mezcla de sirena de bomberos y aviso antiaéreo. No pasó nada. La gente siguió con su rutina, a sus cosas. «Sí sabía que iba a tocar hoy, lo había leído en el periódico. Pero es que toca también todos los jueves, cuando se hace la prueba rutinaria para ver si funciona. Si un día hay alguna fuga a ver si alguien le hace caso», se despacha José Manuel, que trabajó tres décadas en la planta, y pone punto final a la reflexión con un golpe de muñeca. «Yo no tenía ni idea», reconoce Alberto, al otro lado del mostrador de su negocio, «aunque no le hice caso porque suena todos los días en el cambio de turno». En Petronor dicen que esto no es cierto, que sólo se oye los jueves por iniciativa de la empresa, y cada seis meses en la prueba oficial del Gobierno vasco (la de ayer). Pero la afirmación categórica de este comerciante da fe del despiste de parte de la ciudadanía.
Hubo quien, como Luis Fernández, llamó al 112 «por si acaso, aunque me imaginaba que era un simulacro». Mientras Mónica Calvo se mimetizó con el entorno: «He oído la sirena y he pensado 'igual hay que salir corriendo'. Pero como vi que nadie se movía, pues no hice nada. Nunca le doy importancia a la sirena, ya que suena todos los jueves a las 12.00. Va a llegar la emergencia real y nadie se dará cuenta».
Eso es precisamente lo que se quiere evitar. Ayer se activaron las alarmas de emergencia química en Muskiz, Santurtzi y Zierbena, municipios próximos a industrias que pueden sufrir algún tipo de accidente de esta naturaleza. El mensaje hay que interiorizarlo: cuando suenan hay que meterse en casa y cerrar las ventanas. Los municipios habían anunciado por sus redes sociales y a través de los medios de comunicación que lo de ayer sería un simulacro auspiciado por la asociación de empresas del sector y el Gobierno vasco. Muchos vecinos se enteraron, pero otros no. Y quienes no lo hicieron no parecían muy preocupados por el escándalo ululante.
Lorena López e Igor González se conocían la teoría, lo de «meterte en casa o en un sitio cercano y cerrarlo todo», pero creen que «la gente no hace caso». Chelo Fernández incluso prevé que la ciudadanía va a hacer todo lo contrario de lo deseable en caso de crisis real: «Saldría todo el mundo a la calle a ver qué pasa».
Lo malo es que en Santurtzi y en Zierbena el sentir es bastante parecido. Porque las alarmas del Puerto de Bilbao se activan también cada semana, en este caso los martes a las diez. «Ya estamos acostumbrados a este ruido», lanza Luis González, que pasea tranquilo por el puerto pesquero de Zierbena. A su juicio eso puede ser contraproducente, ya que «la oímos tantas veces que cuando haya una emergencia real no nos enteraremos, andaríamos todos por ahí. Me pillaría la explosión seguro».
Pedro Gil, pesimista, opina que «un 90% de la población no sabemos por dónde nos da el aire. Oirías la sirena y te preguntarías 'esto qué es, ¿la química?'. Siempre que suenan es un simulacro, pero cuando llegue el día de verdad no sabremos que será real».
Este problema es serio siempre, pero ahora se afronta de un modo más sensible. Hay que recordar que los terribles efectos de la dana en Valencia podrían haberse minimizado con un sistema de alerta mínimamente eficiente. Y en el ámbito local, hace poco más de una semana la incapacidad del Consorcio de Aguas y los ayuntamientos para informar a los vecinos de un modo correcto hizo que miles de vizcaínos estuviesen bebiendo durante horas agua del grifo cuyo consumo de desaconsejaba.
Lo que hizo ayer el Gobierno vasco y AVEQ-KIMIKA, la Asociación de empresas químicas de Bizkaia, es probar cómo van esas alarmas. Sonar, suenan. Que se tomen en serio ya es otra cosa. Eso sí, la alcaldesa de Santurtzi, Karmele Tubilla, recordó que además de esto «tenemos un plan de emergencia municipal que también contempla otros sistemas de aviso en emisoras de radio locales, redes sociales y otros medios de comunicación».
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