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La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha anulado una prueba fotográfica realizada por un detective en un ... litigio por un accidente laboral entre un trabajador y su empresa, según la sentencia a la que tenido acceso este periódico. El alto tribunal considera que el reportaje visual aportado por el investigador privado «incide en elementos de la intimidad personal» y «se refiere a entornos privados» del operario, pese a encontrarse al aire libre, que suponen una «intromisión en su esfera particular». Además, en las fotos, que fueron tomadas en una huerta y en las cercanías de su domicilio, aparecían personas distintas del trabajador investigado, como su mujer o su abuelo.
El afectado estaba contratado por una multinacional del papel en su planta de Aranguren, en Zalla. Trabajaba como ayudante bobinador cuando el 26 de marzo de 2020 sufrió un percance laboral y «se torció el tobillo derecho al tropezar con un rebaje o hendidura producida por el golpeo de las palas de la carretilla al retirar las bobinas», según se recoge en la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico. El trabajador cayó de baja.
Sin embargo, a los tres meses, en mayo, pese a que la empresa había colocado una chapa de protección, sufrió una recaída en la lesión. Entonces, volvió a coger la baja y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, pese a lo que ha seguido sintiendo «dolor en el seno del tarso y el talón de Aquiles», que se le ha «cronificado». Ahora, se encuentra pendiente de revisión para solicitar la incapacidad laboral.
El operario inició un litigio contra la empresa por «infracción grave en materia de riesgos laborales y por incumplir medidas de seguridad», que aún no se ha resuelto en los tribunales. La firma contrató a un detective para hacer un seguimiento al demandante. Según el informe del investigador aportado a la causa, se le veía caminar y en un invernadero». Se trataba de la huerta de su abuelo, y el médico le había recomendado que realizara ese tipo de ejercicios para mejorar de su dolencia, según explican fuentes cercanas al trabajador. En otras imágenes, se ve a su pareja paseando al perro cerca de su domicilio.
El Tribunal Superior inadmite esta prueba porque atenta «contra su intimidad» y afecta a terceras personas y ya no podrá ser utilizada en el resto del procedimiento. El operario va a presentar una demanda por un ataque a su derecho al honor contra la multinacional y una reclamación civil contra la Agencia de Protección de Datos por invasión de su vida privada por parte del detective.
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