16 años de bandazos: Bilbao y Rementeria dejaron el cargo sin ver avanzar el museo

La historia del proyecto es la de un barco encallado cuyos sucesivos capitanes no han conseguido llevar a buen puerto, al menos por ahora, a pesar de la enorme cantidad de giros de timón y bandazos que han ido imprimiendo.

El Guggenheim Urdaibai ha sido también un arma política arrojadiza. Fue un 'casus belli' entre PNV y PSE, durante la etapa de Patxi López como lehendakari. José Luis Bilbao exigía la implicación de los socialistas en el plan y les acusaba de querer hundirlo a toda costa. «Su compromiso con esta iniciativa es de cero absoluto», llegó a reprochar el por entonces diputado general. El político bilbaíno mantuvo su idea contra viento y marea, pese a un galopante bache económico provocado por la crisis financiera y del ladrillo.

El PSE replicaba que un proyecto así podía «hipotecar» la Reserva de la Biosfera, «un lugar único en nuestra geografía». Así lo advirtió la consejera de Medio Ambiente, Pilar Unzalu, fallecida en 2021. Incluso el Guggenheim Urdaibai también había sido anteriormente, en 2008, motivo de discordia entre PNV y EA. Ambos partidos eran socios de Gobierno, con Juan José Ibarretxe al frente. El secretario general de EA, Unai Ziarreta, acusó a los jeltzales de actuar «de espaldas» y de priorizar los intereses de los territorios y municipios gobernados por el PNV, en alusión a Sukarrieta, donde José Luis Bilbao pensaba implantar el museo. «Es mejor Pasajes», llegó a proponer Ziarreta.

En 2012, coincidiendo con la llegada de Iñigo Urkullu a Ajuria Enea, el PNV vizcaíno frena el proyecto. «Ahora no toca», se excusó el diputado general. Poco después se desecha la ubicación de las viejas colonias de la BBK en Sukarrieta, un edificio de alto valor histórico. Bilbao se retira de la primera línea política con la espina clavada de no haber sido capaz de haber botado su buque insignia para la revitalización de Busturialdea.

No será hasta 2020 cuando su sucesor retoma el concepto, que no la idea original. Unai Rementeria, natural de Mundaka, se plantea hacer algo diferente. Un museo, dos sedes (Murueta y Gernika) y un camino de unión en el que exponer obras artísticas. El plan sufre algunos reveses nada más comenzar. Surgen las primeras voces contrarias entre los ecologistas. El primer estudio encargado advierte, además, de que utilizar una senda existente en el corazón de la marisma no parece ser compatible con la normativa de la reserva. Y URA, organismo dependiente del Gobierno vasco, advierte de que para contar con su plácet hay que resolver antes el grave problema del abastecimiento en la comarca (se estaban usando barcos para traer agua a Bermeo).

Surgen más problemas. Se articula un importante movimiento de rechazo social. Y la ley de Costas prohíbe construir en la parcela de los astilleros por la existencia de una servidumbre de protección. La Diputación se pone manos a la obra y logra solucionar algunos de los contratiempos: el Gobierno central aprueba una revisión de la normativa, relaja las exigencias en los astilleros y Pedro Sánchez da incluso 40 millones de euros; Murueta adapta su planeamiento urbanístico para dar cabida al centro cultural; y se comienza a hablar de una enorme tubería para enganchar Busturialdea a la red general del Consorcio de Aguas. Con todo, el plan, como ha sucedido en las últimas dos décadas, ha vuelto ahora a encallar.

2008 El origen de la idea: El diputado general, José Luis Bilbao, anuncia que reservará 100 millones para llevar el efecto Guggenheim a Urdaibai e impulsar la economía de la zona.

2009 Contra viento y marea: La Diputación insiste en que el proyecto de museo en Urdaibai se llevará a cabo pese a la crisis económica. Se elige la parcela de las colonias de Sukarrieta.

2010 Choque institucional: El Gobierno vasco, con Patxi López de lehendakari, cuestiona el proyecto y dice que «no se puede hipotecar» la Reserva de la Biosfera.

2010 Críticas ecologistas: Greenpeace se suma al rechazo expresado por diferentes asociaciones conservacionistas, sindicatos abertzales y otros agentes sociales contra el proyecto.

2011-2013 La Diputación pisa el freno: Urkullu es investido lehendakari. En apariencia, la institución foral tiene vía libre para el museo, pero Bilbao saca el proyecto de la primera línea de la actualidad.

2014 y 2015 Adiós al primer proyecto: José Luis Bilbao se retira de la primera línea política sin haber podido comenzar a construir el que era uno de sus proyectos estrella para Bizkaia.

2020 El Guggenheim Urdaibai 2: Unai Rementeria retoma el proyecto de expandir el museo a la comarca. Abandona el emplazamiento de Sukarrieta y se valora un lugar diferente.

2021 En Murueta y Gernika: La Diputación de Bizkaia desvela los dos emplazamientos elegidos, que son la empresa cubertera Dalia en la villa foral y el astillero de la localidad costera.

2022-2023 Comienzan los trámites administrativos: Empiezan las necesarias modificaciones legales, urbanísticas y en Costas. El proceso es lento y coge fuerza un nuevo movimiento de rechazo.