Usansolo estrenará ayuntamiento, policía municipal y brigada de obras en 2025

En unos meses se inaugurará el nuevo ayuntamiento, que han adquirido por 5,6 millones y que ha de ser reformado, así que el caserío Txapelena se destinará exclusivamente a usos culturales. El alcalde ha explicado a este periódico que el próximo año será de especial relevancia para los residentes porque empezarán a notar «muchos cambios». El joven consistorio ya gestiona, por ejemplo, los residuos, pero empezará a hacerse cargo de la limpieza viaria, servicio que todavía presta Galdakao. «Pasaremos a ocuparnos del 75% de los servicios». El 1 de enero, además, comenzarán a trabajar cuatro funcionarios municipales y se espera que en marzo se pueda contar con un interventor, «por lo que se nos abren las puertas para contratar sin ningún problema». Además, el pueblo ganará «una brigada de obras, muy importante para el mantenimiento», y «Policía Municipal». Con el presupuesto disponible, se abordará un importante proyecto de movilidad, «cambiando las direcciones de las calles, entre otros asuntos». En la actualidad, Usansolo ya cobra tasas a través del Consorcio y la Diputación. «Pasaremos a la historia como pueblo, porque ha sido un proceso demasiado largo, de 35 años, en el que se ha implicado muchísima gente y algunos ya no están con nosotros. Al final con mucho esfuerzo, a base ser muy constantes y con un poco de suerte, hemos llegado a conseguir que se modifique una ley en Madrid», ha relatado. El alcalde cree que Galdakao nos lo «ha puesto muy fácil y a nada que hagamos, vamos a estar mucho mejor que antes».

Marisa González, de 80 años, nació en Amorebieta, pero vive en Usansolo desde que casó hace más de cinco décadas. Su marido, Alberto Zamakona, ya fallecido, siempre será recordado en la localidad por su trabajo con el tejido social y por su compromiso con la independencia del municipio. «Era usansolotarra hasta la médula». Ella se emociona porque le hubiera encantado vivir este día. «Siempre nos hemos encontrado desplazados, un banco que sobraba en Galdakao venía para aquí, una papelera que sobraba para aquí, pero el movimiento paró un tiempo y siempre quedaba esa cosita de seguir peleando y hace 14 ó 15 años empezamos otra vez, y aquí estamos, hemos llorado muchísimo, pero se ha logrado y hemos sentido una satisfacción enorme», ha relatado. Al final, ha asegurado, «lo que nos decían que era imposible se cumplió».

Las Juntas Generales dieron luz verde a la segregación en noviembre de 2022, pero la Abogacía del Estado presentó un recurso a la decisión al entender que la norma estatal, que fijaba en 5.000 el mínimo de empadronados para que un municipio pudiera iniciar su propia andadura, debía prevalecer por encima de la foral. Al final, desistió del recurso y el 17 de diciembre, el Consejo de Ministros activó el proceso para modificar la Ley de Bases de Régimen Local y reducir a 4.000 el mínimo necesario para que un municipio se separara como parte del acuerdo del PNV y el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. El Gobierno central inscribió a la población en el Registro de Entidades Locales el 28 de diciembre. «Después de todos los años de lucha, esto es un logro histórico, para nosotros es la bomba. Vamos pasito a pasito. Pero tengo la seguridad de que lo vamos a hacer muy bien. Fijo que vamos a estar mucho mejor, porque siempre hemos estado abandonados, pagando los mismos impuestos y sin servicios. A peor no vamos a ir», ha relatado la vecina Isortze Legarreta. «La gente del pueblo está muy contenta, esto va para arriba y vamos a ser un pueblo con mucho orgullo. Somos un pueblo muy luchador y trabajador». La siguiente lucha, ha asegurado, es mantener la estación ferroviaria del centro del pueblo, porque se la quieren eliminar. El día 28, el municipio celebrará otro acto para conmemorar su independencia.