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El precio del alquiler sigue sin tocar techo en Bilbao. Por primera vez desde que existen registros, los cuales se remontan a 2016, los pisos han superado la barrera de los 900 euros al mes, según la estadística publicada ayer por el Observatorio vasco de la Vivienda con datos del tercer trimestre del pasado ejercicio. Arrendar un domicilio en la capital vizcaína cuesta, de media, 933 euros, un 30% más que hace nueve años, cuando las rentas apenas rozaban los 720 euros, y un 7% por encima de lo registrado hace tan solo un año.
La información que maneja el departamento liderado por el consejero Denis Itxaso se nutre de las fianzas que depositan los propietarios en el registro oficial del Gobierno vasco una vez cierran el alquiler de su piso. Es decir, los precios que recoge el documento corresponden a los contratos firmados entre julio y septiembre de 2024 y por tanto, es la radiografía del alquiler más actualizada que existe en la ciudad.
Los expertos tienen claro que el auge de los precios es el resultado de la caída de la oferta. Hay tanta gente esperando un piso que lo poco que sale al mercado, se alquila rápido. Tanto, que un informe de Idealista asegura que el 20% de los pisos situados en Bilbao que se anuncian en esta página web se reservan en menos de un día. Con más de 30.000 personas inscritas en Etxebide a la espera de un domicilio asequible en alguno de los barrios de la localidad vizcaína, las ofertas en el principal portal inmobiliario del país se reducen a 471 viviendas. De ellas, solo una veintena está por debajo de los 900 euros.
Pero existe otro indicador que también muestra cómo la oferta se ha ido frenando ante una demanda disparada. Y es la evolución del parque de alquiler libre. Si bien es cierto que el número de arrendamientos crece cada trimestre en Bilbao, no lo hace al ritmo que necesita el mercado para dar solución a la crisis habitacional. En nueve meses –de diciembre de 2023 a septiembre de 2024– el parque apenas se ha incrementado en 487 pisos (+3%) hasta alcanzar los 15.601 arrendamientos.
Mientras tanto, entre 2018 y 2022, los contratos aumentaron a doble dígito. Las viviendas se dispararon un 12% de un año a otro. Fue a partir de entonces cuando el ritmo cayó. Entre 2022 y 2023 el porcentaje de crecimiento se redujo al 7% y de diciembre de 2023 a junio de 2024 cayó al 2%.
Ante esta situación, el Ayuntamiento solicitará este mes al Gobierno vasco que la ciudad sea declarada zona tensionada. Antes, deberá presentar al departamento el informe que detalla los motivos por los que Bilbao necesita limitar el precio de los alquileres y decidir si finalmente Abando entrará en la lista de barrios tensionados o se quedará fuera. Si no hay contratiempos, la medida entrará en vigor de cara al verano, según confirmaron fuentes municipales a este periódico. Será a partir de entonces cuando se activarán los instrumentos que contempla la Ley de Vivienda para intervenir el mercado.
El encarecimiento de la vivienda no es exclusivo de Bilbao. En el conjunto de Bizkaia las rentas se han elevado un 27% con un precio medio que ya está por encima de los 826 euros. Getxo sigue liderando el ranking de las localidades más costosas de Euskadi, solo por detrás de San Sebastián. Si en 2016 alquilar un piso costaba cerca de 788 euros, ahora es casi imposible encontrar un domicilio por debajo de los 1.040 euros, según la estadística oficial (+32%). En un año las rentas se han incrementado un 7%.
En Barakaldo los alquileres también se han revalorizado un 31% en nueve años. El precio medio se sitúa en los 769 euros.
El Ente Vasco de la Energía (EVE) ha puesto en marcha un nuevo programa de ayudas para apoyar económicamente a las comunidades de vecinos que quieran renovar las antiguas instalaciones eléctricas de sus edificios. Los propietarios podrán beneficiarse de esta línea de ayudas, que cuenta con un presupuesto de un millón de euros, en dos tipos de obras concretas. Por un lado, las destinadas a modernizar el cableado y la tensión. Y por otro, los trabajos que impliquen la colocación de toma de tierra. Las comunidades podrán obtener hasta el 70% de ayuda con un máximo de 15.000 euros de la instalación. El plazo de solicitud se extenderá hasta el 15 de octubre. «Estas ayudas pretenden contribuir a mejorar la calidad eléctrica de los edificios de Euskadi», afirman desde el Ente Vasco de la Energía.
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