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Nahikari Cayado / Josu garcía / cristina Raposo / Izaskun Errazti
Lunes, 17 de junio 2019, 00:49
La jornada de constitución de ayuntamientos del pasado sábado mantuvo en vilo a muchos aspirantes a la alcaldía que no tenían claro si, al acabar la jornada, serían el regidor de su municipio o líderes de la oposición. En algunos consistorios hubo que esperar a ... última hora para conocer qué posición tomaba cada partido. Sopuerta fue quizás el caso más llamativo. Las desavenencias entre independientes y EH Bildu, tras muchos días de negociaciones, acabaron por dar la makila al PNV. Se intentó un pacto hasta instantes antes del inicio del pleno, que, de hecho, arrancó con algo de retraso.
En otros municipios, algunos candidatos jeltzales no las tenían todas consigo pese a que el órgano de dirección de su partido había suscrito un acuerdo global con el PSE. En teoría no tendrían por qué tener problemas, pero coleaba el caso de Samaniego, en Álava, donde un edil socialista había roto la disciplina de partido a primerísima hora de la mañana, dando el bastón de mando a EH Bildu. En Alonsotegi, donde la votación fue secreta, en un clima de protestas de vecinos que pedían un cambio de gobierno en un pueblo sacudido por las sospechas de corrupción, está posibilidad se esfumó en el recuento y el jeltzale Joseba Urbieta no pudo evitar dar un salto de alegría.
Las plataformas vecinales fueron determinantes en varios pueblos, como Galdakao, donde el PNV perdió la alcaldía por la irrupción de un grupo de vecinos cansados de esperar la llegada del metro a la localidad. Decidieron apoyar a EH Bildu. En Sopela se dio otra situación llamativa. Los jeltzales gobernarán en un tripartito que se completó con el PSE y con el único representante de los independientes. Las negociaciones fueron muy complicadas y «duras», asegura el nuevo regidor, Josu Landaluze.
Otro caso que no pasó desapercibido fue el de Zaratamo. El alcalde que resultó elegido finalmente fue el líder de la tercera lista más votada (EH Bildu) después de alcanzar un consenso 'in extremis' con la plataforma ciudadana Gure Herria. El PNV, la opción más votada, se quedó fuera del gobierno local. Las tres formaciones habían logrado tres ediles cada una.
Abadi
Con el apoyo de los Independientes en el gobierno, advierte que «iremos haciendo camino hacia nuevos proyectos»
- ¿Cuál cree que ha sido la clave para que Abadiñoko Independienteak decidiera apostar por el PNV en lugar de por EH Bildu?
- Llevamos años trabajando juntos. Nosotros hemos formado en la última legislatura el equipo de Gobierno junto a los Independientes, aunque ellos tenían la alcaldía. La verdad es que no ha habido ningún problema entre nosotros, yo creo que esa ha sido una de las razones con más peso para que se hayan decantado por el PNV.
- La incógnita se mantuvo hasta el último momento con los independientes. ¿Tan duras han sido las negociaciones para llegar a un acuerdo?
- Sí, ha sido muy difícil. Hasta el último momento no supimos nada. Fue muy complicado porque nos ponían mucha condiciones.
- ¿En qué punto estaban las diferencias?
- Nosotros sabíamos que EH Bildu estuvo reuniéndose con Abadiñoko Independienteak hasta el mismo viernes antes de la elecciones... así que imagina la incertidumbre.
- ¿Llegaron a plantear el multigobierno que pretendía EH Bildu?
- EH Bildu nos propuso gobernar en concordancia, pero nosotros teníamos muy claro que no lo íbamos a hacer.
- ¿Cual fue el motivo por el que tomaron esa decisión?
- Tenemos modelos de propuestas y proyectos muy diferentes.
- Formó parte de la agrupación jeltzale hace más de una década y sigue ligado a ella como presidente de la junta local, de ahí a ser alcalde...
- Desde que formé parte de la Corporación en la legislatura comprendida entre 2003 y 2007 siempre he estado en el partido. Hacía cositas puntuales de cultura o para las fiestas, por ejemplo. Todo lo que he hecho siempre lo he hecho por y para el pueblo, porque lo he sentido así.
- ¿Cuál será la primera medida que tomará al frente del Consistorio?
- Eso tenemos que hablarlo. Nos pondremos a trabajar ya. Nos reuniremos con el resto de los representantes de la corporación e iremos haciendo camino hacia nuevos proyectos.
- ¿Se verá un cambio en Abadiño?
- Siempre se ve un cambio con cada alcalde que ha habido. Si echamos la vista atrás, Abadiño ha cambiado muchísimo en los últimos 40 años. En estos próximos cuatro años también cambiará, estoy convencido de ello. Y el cambio será positivo, eso sin ninguna duda. Quiero que los abadiñarras sepan que voy a trabajar por ser el alcalde de todas y todos, sin hacer ningún tipo de distinción.
43 años; técnico industrial
Presidente de la junta local, ya fue concejal entre los años 2003 y 2007.
Alons
- Alonsotegi vivió ayer el pleno más tenso de toda Bizkaia para elegir a su alcalde. Hubo insultos y gritos de vecinos que protestaban y pedían al PNV que se echara a un lado porque los tres anteriores regidores están siendo investigados por delitos relacionados con la corrupción. ¿Lo esperaba?
- Sí. Aunque, si he de ser sincero, creía que iba a ser peor.
- ¿Pensó en algún momento que el edil del PSE podría llegar a saltarse el pacto global entre su partido y los socialistas y que la Alcaldía fuera a parar a la lista más votada (EH Bildu)?
- Había un acuerdo a nivel de toda Euskadi y nada nos hacía pensar que se iba a romper en Alonsotegi.
- ¿Por qué el voto fue secreto entonces?
- Porque se decidió así entre las dos formaciones.
- Pero luego, cuando se hizo el escrutinio, a ambas fuerzas políticas no les importó reconocer que habían pactado.
- Estaba previsto así.
- ¿Entrará el concejal del PSE en el gobierno local?
- Estamos todavía hablándolo. Hay muchas posibilidades. Esa es la idea.
- ¿Se planteó en algún momento renunciar a presentarse como candidato y dejar que EH Bildu tomara las riendas del municipio, al haber ganado las elecciones?
- No, nunca. Es legítimo y democrático lo que hemos propiciado. De hecho, Bildu ha procedido de igual manera en otros lugares.
- El caso de Alonsotegi parece especial. Lo digo por la situación judicial de sus tres antecesores.
- El equipo de gobierno de la anterior legislatura, el que yo lideré, no tiene nada que ver con el pasado. Lo único que hemos hecho ha sido trabajar y trabajar por este pueblo.
- ¿Teme que el juicio a dos de estos tres regidores (los magistrados aún no han fijado la fecha) pueda desestabilizar al Consistorio?
- No. El PSE sabe que somos ajenos a todo eso y que no tenemos nada que ver. Estamos muy tranquilos en ese sentido. Y, en el plano judicial, hay que dejar a los jueces hacer su labor. Que decidan lo que tengan que decidir. Nosotros vamos a trabajar mirando al futuro del pueblo para que su nombre salga limpio.
- En la pasada legislatura siempre había aguantado en silencio las protestas ciudadanas. El sábado varió su actitud. Se puso en pie y agitó la makila. Y cuanto más la agitaba más gritaba el público.
- Estaba contento. Es un orgullo ser alcalde. Sobre todo cuando lo has dado todo. Durante 4 años he sido el primero en llegar al Consistorio, a las 7 de la mañana, y el último en salir, a las 4 de la tarde. He dado la cara.
44 años; grado en electrónica
Será su segundo mandato. En su equipo de gobierno le acompañará su hermana Mari Jose.
Arrig
- Nunca ha formado parte del Ayuntamiento. ¿Está preparada para ser alcaldesa?
- Cuando recibí la propuesta para encabezar la lista de EH Bildu en Arrigorriaga sentí cierto vértigo, mezclado con mucha ilusión y responsabilidad. No he formado parte de corporaciones anteriores, pero sí que tengo una dilatada experiencia en asociaciones y colectivos del pueblo, lo que me da una visión distinta de la vida municipal. Además, llevo desde septiembre involucrada en la dinámica de trabajo del grupo de los concejales. También cuento con un equipo que tiene una amplia experiencia en la vida diaria del Ayuntamiento y su gestión. En resumen, estamos preparados para afrontar este reto.
- ¿Y qué va a hacer con ese equipo?
- Ser consecuentes con lo que hemos dicho tanto estos últimos cuatro años como en campaña. Creemos que es necesario acercar la vida municipal a la gente. Esto se debe sustanciar no sólo en otra forma de hacer política, sino también en actuaciones concretas.
- No será fácil, tendrá un socio de gobierno, pero aún así no dispondrá de mayoría absoluta.
- Es un contexto en el que no nos sentimos incómodos. Al fin y al cabo, hemos repetido hasta la saciedad que queremos generar una dinámica de trabajo distinta con el resto de formaciones políticas. No se trata de imponer, sino de proponer. Vamos a ser consecuentes con nuestros compromisos y programas, pero teniendo cintura y flexibilidad para integrar los de los demás.
- ¿Qué espera encontrar en el Ayuntamiento?
- En primer lugar, y según me consta, por lo que dicen los concejales que han estado hasta ahora, un excelente grupo de trabajadores. Por lo demás, esperamos que sea una transición en la que impere la normalidad democrática y la cordialidad.
- ¿Colaborará el PNV? Ha quedado fuera del gobierno después de 40 años.
- Es pronto para saberlo, y no me corresponde a mí hablar por terceros, pero si nos atenemos a la valoración que han realizado de los resultados electorales, aludiendo a la necesidad de colaboración y acuerdo entre diferentes, en ese camino nos encontraremos seguro.
- Después de la polémica abierta en 2015, cuando el alcalde del PNV Asier Albizua se subió el sueldo un 45%, ¿usted que hará?
- EH Bildu ya anunció en campaña, y Arrigorriaga Gara llevaba una propuesta similar, que nuestra primera medida sería eliminar la subida de sueldo de 2015, y volver a los parámetros acordados en 2011 por nuestro partido, PSE y Ezker Batua. Apostamos por sueldos justos, pero no abusivos.
51 años; profesora
Se estrena en el Ayuntamiento asumiendo el cargo de alcaldesa.
Balma
El nuevo regidor afronta la legislatura con un objetivo: «que dentro de cuatro años los vecinos estén acostumbrados a participar en el Gobierno de su pueblo».
- Tras 16 años en la oposición, ¿cómo se siente con la makila en las manos?
- Emocionado, nervioso... He estado en la CLI desde 1987, me he presentado nueve veces a unas elecciones, he sido cuatro veces edil... Al final, se ha logrado el objetivo.
- ¿Temía que nunca llegara este momento?
- Hombre, esta vez teníamos esperanza, porque habíamos trabajado bien, teníamos un grupo de gente muy preparada, con ganas, y creíamos que era el momento. Por eso nuestro slogan, 'Orain bai'.
- ¿Cuál ha sido la clave del éxito?
- Que nos hemos renovado y otros partidos igual no lo han logrado. Hemos metido caras nuevas, gente que trabaja en la calle. Hemos abierto la CLI y eso, unido a las ganas de cambio tras 40 años gobernando el PNV, ha propiciado el vuelco.
- ¿Cuál será la seña de identidad del nuevo Gobierno?
- La participación. Lo dije en la investidura, sólo he tomado la makila prestada, porque la makila tiene que estar en manos de los vecinos. Ellos tienen que gobernar, aportar ideas, fiscalizar, ver el Ayuntamiento con transparencia... La gente tiene que tener palabra para opinar y cambiar las cosas.
- Con el PNV en la oposición, ¿cambiará el buen ambiente que reina en la Corporación?
- No, porque el buen ambiente, el trabajo bien hecho, depende de las personas y conozco a las que están en la candidatura del PNV. Es gente que viene a trabajar por Balmaseda, con la que hemos estado bien, y eso va a seguir, como con el de EH Bildu y el PSE.
- A la hora de formar Gobierno, EH Bildu se postula como «socio preferente». ¿También lo ve así?
- Sí, porque hemos estado en la oposición y hemos defendido planteamientos comunes. Pero eso no descarta a los demás. Un acuerdo con el PNV sería difícil, porque la gente quiere un cambio y no entendería que viniésemos al Ayuntamiento a gobernar como lo han hecho ellos 40 años. Pero hay consenso en algunos temas, igualdad, inmigración... y puede haber acuerdos puntuales.
- ¿Cuál será su primera medida al frente del Ayuntamiento?
- Hacer un reglamento de participación, para antes de fin de año llevarlo a comisión y que todos puedan aportar ideas y alcanzar consenso. Será el proyecto estrella de la legislatura. Quiero que dentro de cuatro años la gente esté acostumbrada a participar en el Gobierno de su pueblo. Si eso ocurre, daré por bueno el mandato.
51 años; licenciado en Psicología
Larrinaga integra la CLI desde 1987, se ha presentado nueve veces y ha sido edil cuatro
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