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El PNV de Getxo, liderado por la alcaldesa del municipio, Amaia Agirre, ha publicado en sus redes sociales un explosivo comunicado contra la presencia de los tres buques de la Armada que este fin de semana están recibiendo la visita de miles de personas. «La presencia de la Armada en Getxo es una imposición que no beneficia en nada y que genera malestar a una parte de la sociedad getxotarra», se arranca el texto.
En su opinión, la presencia del ejército español «choca frontalmente con la normalización de la sociedad, ya que niega la identidad y el reconocimiento de Euzkadi como nación a la que aspira una gran parte de la sociedad getxotarra». Además considera que «los alardes belicistas chocan frontalmente con nuestra visión humanista de la sociedad, a la cual creemos que cabe educar en valores democráticos y pacifistas».
También acuden los jeltzales a un argumento histórico y señalan que «la sociedad getxotarra (ni la vasca en su conjunto) nunca ha recibido el reconocimiento del daño causado por la violencia ejercida por las Fuerzas Armadas Españolas en su territorio». Así que concluyen el razonamiento diciendo que «nos oponemos a este tipo de actos que pretenden normalizar la asimilación nacional, imponiendo ciertos símbolos nacionalistas españoles a una sociedad vasca plural y que, como decimos, ve negada en parte su identidad. Normalizando este tipo de actos el Estado español pretende superponerse a la política e identidad propia de Euzkadi».
Estas manifestaciones forman parte un poco del ritual habitual, del gesto previsible, aunque en esta ocasión han sido algo más estridentes. En 2019, la vez anterior que llegó aquí el 'Juan Carlos I', los socios del gobierno municipal en Getxo, PNV y PSE, unieron sus fuerzas con EH Bildu y Guk, formación vinculada a Podemos, para expresar su «disconformidad con la presencia de buques de guerra» en el municipio. Una iniciativa que no convenció al PP ni a Ciudadanos, que votaron en contra. Sorprendió la maniobra sobre todo en filas socialistas, que se justificaron por el lado del pacifismo. E incluso entre ciertos sectores los jeltzales se miró el pronunciamiento como poco adecuado. El presidente del Puerto, el también peneuvista Ricardo Barkala, consideró «precioso» el portaaviones y «artificial» la polémica suscitada.
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