Alcaldes del Txorierri afean a Defensa las maniobras de cazas en el entorno del aeropuerto de Loiu

En una comparecencia, los responsables municipales han mostrado su «sorpresa» porque, «en apenas un mes», se han realizado dos entrenamientos del Ejército del Aire en la zona. El primero, han detallado, tuvo lugar el 10 de junio cuando un caza se aproximó al aeródromo «marcando la cifra récord de 106 decibelios en los TMR», terminales de monitorado de ruido instalados por Aena en los entornos de los aeropuertos para conocer la afección ambiental del paso de los aviones. Pasó, han explicado, «por encima de los 2.000 pies, el mínimo que marca la normativa para sobrevolar entornos habitados».

El día 24 de julio, en torno a las 23 horas, «dos cazas F-18 causaron un gran revuelo» en los municipios del valle «al aproximarse a baja altura a las pistas» de la instalación aeroportuaria. «Las dos aeronaves no tomaron tierra, pero pasaron a escasos metros de la misma sin llegar a aterrizar, realizando maniobras de aproximación a pista», han señalado antes de insistir en que «los dos aviones de combate realizaron una bajada de aproximación sin necesidad alguna para ello». «Entraron a gran velocidad por la cabecera de la pista desde Derio y remontaron el vuelo de manera vertiginosa sobre el municipio de Loiu», han continuado.

Ese día se alcanzaron los «102 decibelios», que reflejan el «atronador ruido» a esas horas de la noche en la víspera de San Ignacio, una fecha que «comienza a convertirse en tradición para este tipo de ejercicios», ya que el 25 de julio de 2017 «dos Eurofighters también pasaron realizando un ejercicio».

Se preguntan, asimismo, qué «plan de gestión» siguió Enaire, «gestor estatal de navegación aérea» para coordinar el vuelo de los cazas con las «865 operaciones programadas» el 24 de julio en Loiu. Los alcaldes también han recordado otros episodios, como el F-18 que «realizó una pasada a baja altura» el 8 de septiembre de 2011, cuando elevaron «una queja oficial ante el Gobierno», y los 103 decibelios alcanzados por «otro caza» en 2020.

Además de mostrar su «disconformidad respecto a las últimas maniobras militares aéreas», critican la «exigua distancia» mantenida con «núcleos de población» en los que residen «50.000 personas». Y también acusan al Ejército del Aire de «no cumplir su protocolo de aviso previo a las autoridades locales». En ese sentido, han señalado que ese plan «fija que se emita un aviso previo advirtiendo sobre las posibles molestias y pasando aviso a las autoridades locales competentes». «En Lorca fueron avisados y el Ayuntamiento avisó a la población de vuelos supersónicos con estampido perceptible a nivel de superficie», han asegurado.