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1.500 personas se han dado cita en la quedada. LUIS ÁNGEL GÓMEZ

«El agresor no puede ganarnos la calle»

Más de 1.500 personas participan en la quedada en Bilbao para exigir que la mujer pueda «salir segura y correr sin miedo»

josé domínguez

Viernes, 21 de diciembre 2018, 20:42

Más de 1.500 personas participaron este viernes en la 'quedada' convocada en la explanada del museo Guggenheim en homenaje a la joven profesora Laura Luelmo asesinada tras ser violada en Huelva y exigir el derecho de las mujeres a poder correr sin miedo ... a ser agredidas. En el acto reivindicativo, que consistió en una carrera de ida y vuelta hasta el Museo Marítimo por el paseo de la ría participaron cientos de varones de todas las edades, presencia que agradeció especialmente la organizada, la triatleta Begoña Beristain, «porque cuantos más hombres se sumen a iniciativas como esta más corto será el camino que nos separa de la igualdad».

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«El agresor no puede ganarnos la calle», ha reclamado Beristain. Según asegura, las «mujeres queremos sentirnos libres de verdad, correr sin miedo, que no nos veamos obligadas a planificarlo todo desde que salimos de de casa». Porque esa es la situación, que a su juicio están soportando. Y así confesaban sentirse corredoras como la baracaldesa Aralar Ordoñez, apara quien toda precaución «es poca». «A mí me gusta correr por la zona de la ría pero en cuanto oscurece te llevas más de un susto». Al tener una niña pequeña, ella lo hace al amanecer o por la noche, «y a veces me ha salido algún hombre desde la oscuridad que me ha dejado helada», ha subrayado. Por suerte, la cosa nunca ha llegado a mayores «pero tengo amigas a las que las han seguido en coche y han tenido hasta que cambiar de ruta para evitar riesgos».

Que los hombres también denuncien esto

«Yo, la verdad, es que en cuanto oscurece hasta me busco excusas para quedarme en casa solo por no salir sola», confesaba Pilar Hernández, también de Barakaldo. Y su amiga Ana Navarro reivindicaba su derecho a «andar sola sin depender siempre de otra persona».

También desde la Asamblea de Mujeres de Bizkaia se reclamaba la necesidad de «seguir ocupando las calles, un derecho que nos hemos ganado tras muchos años de sometimientos, privaciones y lucha». Y sus representantes Pilar, Begoña, Miren e Itziar aseguraban que hay que «hacer lo imposible para que no se transmita el miedo». «Es muy importante la respuesta social para fortalecer la libertad de las mujeres», han insistido tras denunciar que el asesinato de Huelva «sólo es al punta del iceberg y es fundamental que los hombres también denuncien esto porque ¿cómo puede ser que alguien llegue a pensar que puede matar a una mujer a la que ha visto dos veces solo porque le gusta?».

Ángel Anero era uno de los muchos varones que este viernes se sumó a la causa «absolutamente convencido del derecho de la mujer a disfrutar segura en cualquier sitio y situación». Este portugalujo también corre y, por desgracia, se da cuenta de los problemas a los que se enfrentan las féminas. «Yo voy mucho por el bidegorri hasta la playa de La Arena y, en cuanto oscurece, se convierte en terreno vetado para ellas».

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