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alba peláez
Lunes, 12 de julio 2021
Decenas de personas se congregaron este lunes en la plaza Unamuno para manifestar su rechazo a la última agresión con tintes homófobos registrada en Bilbao, los insultos y la persecución que sufrió el sábado una cuadrilla de amigos por parte de un sujeto que presenció ... cómo se besaban dos de ellos, Mauricio y Erik, dos jóvenes de Barakaldo. Activistas de los derechos LGTBI y otros ciudadanos no quisieron dejar sin respuesta este ataque, que se produjo en el propio Casco Viejo, a escasos metros de donde se desarrolló este lunes la concentración de repulsa, y salieron a la calle para denunciar la violencia a la que se enfrentan muchas personas por su orientación sexual.
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La protesta fue convocada por la asociación E28 Bizkaiko Koordinadora, cuyos representantes leyeron un manifiesto en el que recordaban que el mismo sábado, horas antes de la agresión señalada, se habían concentrado para denunciar la oleada de agresiones que está viviendo el colectivo LGTBI. Aunque la homofobia está ahora de nuevo en el foco por la brutal paliza a Samuel, asesinado al grito de «maricón» en A Coruña, los convocantes aludieron a episodios anteriores, como «las agresiones de Basauri y Zorroza y todas las que venimos sufriendo desde siempre».
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«No es un caso aislado, sino un problema estructural», advirtieron los organizadores de la concentración, que subrayaron que «quedarse callado, quedarse en casa no es una opción». La llamada fue escuchada y contestada por todos los asistentes: «Erasonik ez erantzunik gabe (ninguna agresión sin respuesta)».
Esta última agresión se suma a una larga lista de ataques contra el colectivo LGTBI. La mayoría de los presentes en la concentración coincidían en que el germen de la homofobia puede darse en ambientes escolares y familiares. A este respecto, Nicolás, de 21 años, recordó cómo en el colegio tuvo que «aprender a vivir con comentarios homófobos» y enfatizó que «puedes no compartir mi orientación, pero respétala».
Una amiga del joven, Lucía, de 20 años, relató en el mismo sentido que «la actitud de una compañera de clase cambió cuando se enteró de que yo era bisexual, llegando incluso a no querer cambiarse conmigo en los vestuarios. La homofobia se gesta ya en el colegio y el entorno en el que te mueves» y añadió: «La homofobia no es una opinión válida nunca».
Asier, de 42 años, coincidió en que «en las familias tiene que existir empatía y respeto hacia los demás, porque vas a crecer en ese ambiente» y su compañera Esther, de 43 años, hablaba de «machismo» como detonante de unas agresiones que, según Ane, de 25 años, curiosamente parecen aumentar en torno al Día del Orgullo LGTBI, celebrado hace escasas fechas.
El Ayuntamiento de Bilbao rechazó ayer de forma contundente la agresión homófoba ocurrida este fin de semana en el Casco Viejo, calificada como un «ataque que atenta contra la dignidad y la integridad física y moral de las personas LGTBI». En un comunicado apoyado por todos los partidos, el Consistorio se compromete a «erradicar este tipo de actuaciones que no son sino la expresión más despreciable de la violencia lesbohomófoba» y recuerda que «la reivindicación y la lucha diaria por el avance en el reconocimiento de los derechos LGTBI, de la identidad y diversidad sexual y/o de género es más necesaria que nunca». Además, emplaza a la ciudadanía a no tolerar estas actitudes «denunciándolas, no consintiéndolas y no permaneciendo en silencio».
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