En febrero de 2020, antes de que la pandemia llegara a Euskadi, cuando todo iba viento en popa con respecto a la Eurocopa, se produjo el primer contratiempo para la candidatura bilbaína. Los trabajadores del aeropuerto de Loiu dejaron claro que no estaban dispuestos a ... modificar sus condiciones laborales para atender vuelos nocturnos. La petición de la UEFA había sido que 'La Paloma' permaneciera abierta de madrugada (habitualmente cierra a las once de la noche y, de manera excepcional, puede extender su horario hasta la una) para dar salida rápida a las selecciones participantes y a sus hinchadas.
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Los empleados se opusieron y ni siquiera accedieron a entrar en una negociación. Para los representantes de la plantilla, aquella medida habría supuesto «un grave precedente». El revés no estaba en los planes ni de la dirección del aeropuerto ni de la candidatura bilbaína, que ofreció utilizar Foronda como alternativa. La UEFA no lo dijo públicamente pero aquel asunto irritó sobremanera a sus dirigentes. Bilbao era entonces la única sede que no daba salida nocturna a los vuelos. Fue posiblemente el primer encontronazo, aunque desde la institución futbolística se asumió como un mal menor.
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