El aeropuerto de Bilbao estrenará su campaña de verano el próximo fin de semana, coincidiendo, como siempre, con el cambio horario. La época estival, que se prolongará hasta finales de octubre, se presenta con pocas novedades con respecto a la de 2023. La sensación general ... es un tanto extraña. Loiu viene de marcar el mejor balance anual de su historia y los expertos creen que en los próximos meses seguirá creciendo y elevando ese fabuloso listón, aunque sea ligeramente. Esto es una buena noticia. Pero, pese a que es muy probable que el número de viajeros continúe avanzando, hay algo que ensombrecerá esta marcha triunfal: La Paloma va a perder conectividad, sobre todo en julio y agosto, cuando sus usuarios podrán volar a 59 destinos, lo que supone una disminución de 5 enlaces disponibles con respecto al mismo periodo del año anterior. Durante el resto de la temporada serán 62, dos menos que en 2023.
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¿Por qué la oferta de destinos se reduce si parece que el número de clientes sigue al alza? Principalmente por dos motivos. El más importante, el estructural, tiene que ver con que las aerolíneas han optado en este 2024 por fortalecer y consolidar los vuelos que han puesto en marcha en los últimos dos ejercicios, tras el mazazo del covid. El ejemplo más representativo es el de Vueling, que ha apostado por una programación de verano idéntica a la del año pasado en cuanto a rutas (33 directas y otras dos en código compartido), aumentando algunas frecuencias en mercados clave y mejorando horarios. Es una forma clara de apuntalar el terreno ganado en el pasado reciente.
La otra razón es coyuntural y apunta hacia la segunda compañía en importancia por volumen de viajeros transportados en La Paloma. Durante julio y agosto, Volotea se va a llevar uno de los dos aviones que tiene operativos en Loiu a su nueva base de Bari (Italia), donde la empresa española ha sido recibida con la alfombra roja por parte de las autoridades locales. Este movimiento brindará al aeropuerto de Bilbao su único destino nuevo con respecto a 2023 (el que llevará a la bella ciudad del Adriático) pero abrirá un buen agujero en su operativa durante el pico más importante de la campaña. Porque Volotea dejará de volar nueve rutas desde Bilbao en ese tiempo: Marrakech, Nápoles, Roma, Lyon, París, Santorini, Faro, Oporto y Valencia. Aunque seis de estos enlaces cuentan con alternativa por parte de otras aerolíneas, hay tres que se quedan totalmente huérfanos (Nápoles, Santorini y Lyon). Además, reducirá sus frecuencias en otras cinco: Alicante, Atenas, Sevilla, Málaga y Gran Canaria.
Volotea ha crecido mucho en los últimos tiempos. No solo en Loiu, donde desembarcó en 2012 con un tímido enlace con Venecia, sino en toda Europa. Sus principales mercados son Francia e Italia. La firma con domicilio social en Asturias está comprando nuevos aviones pero parece que este refuerzo no alcanza para la brillante expansión en la que está inmersa.
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«Pese al traslado de un aparato a Bari esperamos crecer en Loiu este verano», explica su cofundador y consejero delegado, Carlos Muñoz. Las previsiones de la aerolínea es que logren «un ligero avance» pese a no contar durante dos meses con uno de sus dos aviones. «La idea es operar con más intensidad que el año pasado en los primeros y últimos meses de la campaña para compensar esa situación», dice su responsable, que destaca la importancia de Bilbao como base estratégica para su empresa. «Tenemos en Loiu 140 empleados y queremos seguir subiendo».
El resto de las novedades negativas de la campaña en Loiu serán la pérdida de la conexión con Riga (operada el año pasado por Air Baltic) y la ausencia de vuelos a A Coruña y La Palma. También desaparecen otras rutas pero que, afortunadamente, tienen alternativa. Sale de la parrilla, por ejemplo, el vuelo de EasyJet a Lisboa.
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En el lado positivo de la balanza, La Paloma estrenará la ruta inédita con Bari y sumará más posibilidades para enlaces que ya existen, con la apertura de Copenhague por parte de Norwegian (una aerolínea que en el pasado apostó fuerte por Bilbao y que ahora trata de remontar el vuelo tras unos años aciagos) y la apuesta de Volotea por Atenas y Murcia. En definitiva, Loiu afronta con optimismo un verano en el que el tráfico posiblemente crezca. Esto es algo que siempre gusta a las aerolíneas. Los viajeros, por el contrario, no estarán tan contentos porque hay cierta pérdida de conectividad al pasar de 64 a 62 destinos durante toda la temporada, reduciéndose el ramillete aún más, durante julio y agosto, hasta los 59 enlaces.
Vuelos por aerolínea
Vueling Alicante, Almería, Barcelona, Fuerteventura, Granada, Gran Canaria, Ibiza, Jerez, Lanzarote, Málaga, Menorca, Mallorca, Santiago, Sevilla, Tenerife Norte, Valencia, Hamburgo, París, Bruselas, Amsterdam, Marrakech, Londres, Malta, Roma, Madeira, Florencia, Milán, Copenhage, Zurich, Praga, Lisboa, Oporto y Faro.
Volotea Lyon*, París*, Marrakech*, Roma*, Venecia, Cagliari, Olbia, Florencia, Nápoles*, Bari, Castellón, Gran Canaria, Ibiza, Málaga, Sevilla, Menorca, Mallorca, Tenerife Sur, Murcia, Valencia*, Atenas, Santorini, Oporto, Faro y Alicante. Las señaladas con asterisco no operarán durante los meses de julio y agosto por la marcha de uno de los dos aviones de la compañía basados en el aeropuerto de Bilbao a Italia.
Lufthansa y Eurowings Munich, Fráncfort, Düsseldorf, Stuttgart y Hamburgo.
EasyJet Londres, Bristol, Milán, Ginebra y Manchester.
Air Europa Madrid, Lanzarote, Mallorca, Ibiza y Menorca.
Iberia Madrid.
Air Nostrum Valencia, Santiago y Vigo.
Brussels Airlines Bruselas.
Turkish Airlines Estambul.
Aer Lingus Dublin.
Aegean Atenas.
Norwegian Oslo y Copenhague.
WizzAir Viena y Varsovia.
Transavia Eindhoven.
Azores AirLines Azores.
Air France París.
KLM Ámsterdam.
Air Arabia Tánger.
Air Cairo El Cairo y Luxor.
TAP Lisboa.
Edelweiss Air (compañía que pertenece al grupo Lufthansa) Zurich.
2024 es un año de cierta incertidumbre para el sector aéreo. Tras la recuperación meteórica del covid, las aerolíneas miran de reojo a la guerra de Ucrania, a Gaza y a los problemas en el Mar Rojo. A estas dificultades se añaden los tipos de interés altos y la inflación. Dos factores que han hecho que la disponibilidad de renta de las familias sea inferior en este momento a los instantes posteriores a la crisis del coronavirus. Además, la pandemia y el confinamiento habían generado una bolsa de ahorro en las economías domésticas que ya ha sido, en mucho casos, liquidada. Pese a todo, el tráfico aéreo sigue creciendo. «El interés por viajar continúa estando muy presente en las familias, que desean volar de una manera fuerte, por encima de otros bienes de consumo, como puede ser la compra de un coche», asegura Carlos Muñoz, consejero delegado de Volotea. «Ciertamente, el virus cambió nuestras prioridades entonces y parece que viajar o las vacaciones se han convertido en una necesidad inaplazable».
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