El aeropuerto de Bilbao cierra el mejor verano de su historia

Los registros de estos últimos tres meses confirman que el aeropuerto avanza a velocidad de crucero hacia un nuevo récord anual, por encima muy probablemente de la barrera psicológica de los seis millones (el anterior máximo data de 2019 y quedó fijado en 5,9).

¿Cuál es el secreto de este éxito, en mitad de un sinfín de dificultades como la guerra de Ucrania o los problemas de las aerolíneas que fueron azotadas de forma salvaje por el coronavirus? El deseo de viajar y de sacudirse precisamente el confinamiento están detrás de este fenómeno, que no solo se observa en Bilbao sino que es algo global. El tráfico aéreo mundial está ya por encima de las cifras precovid. Además, hay que tener en cuenta que la economía ha seguido creciendo pese a todo.

No obstante, el año que viene se barruntan nuevos nubarrones que, quizás, hoy están más cerca por la reciente crisis bélica en Oriente Próximo. La inflación y la continua subida de tipos de interés hacen que la renta disponible en las familias esté menguando y, ante esta tesitura, es posible que el deseo de viajar se contenga. A ello hay que sumar otros dos factores. El primero tiene que ver con un posible incremento de costes. El precio del queroseno ha empezado a escalar, en gran parte por la alta demanda de vuelos y, por otro lado, por el contexto de guerra y las decisiones adoptadas por Rusia y Arabia Saudí de contener la exportación. El segundo está relacionado con un descenso de los viajes de negocio, una tendencia global que las aerolíneas no acaban de estimular. Es difícil competir con la videoconferencia y las reuniones on-line.

Pero hasta que la fiesta se acabe (si es que se acaba), el aeropuerto de Bilbao sigue viviendo un momento brillante. Este pasado septiembre volvió a ser el mejor de su historia, con 631.054 pasajeros, un 15% más que en 2022. Se ha notado mucho, como ha sucedido a lo largo de todo el verano, el empuje del turismo internacional. Los movimientos domésticos solo crecieron un 2,4% frente a septiembre del año pasado, hasta 350.902 pasajeros, pero los viajeros llegados o que salen hacia el extranjero aumentaron un 35,5%, con un volumen total de 278.430 pasajeros.

En lo que va de ejercicio, Loiu ha avanzado un 25,3% con respecto a la campaña anterior. Todo hace pensar que habrá champán y brindis con nuevo récord el próximo 31 de diciembre.