El acusado de las muertes de cinco hombres en Bilbao admite que usó la tarjeta de una víctima

El joven colombiano, vestido con un pantalón vaquero y una sudadera blanca y con el pelo corto, ha mantenido en alguna de las otras causas que se le imputan que formaba parte de una banda y que él actuaba como 'tarjetero'. A preguntas de la magistrada, ha admitido que sabía que «era propiedad de un tercero», pero no quién era. «Tampoco me interesaba. Era un dinero extra», ha dicho.

La víctima fue localizada muerta en su domicilio el 15 de septiembre de 2021. Entonces, el joven colombiano, que tenía 25 años, residía en una habitación alquilada en la calle Cantera y trabajaba «en reformas» sin contrato porque su situación era irregular. Según la tesis de la acusación particular, desde las 21.30 horas de aquel día ya «estaba en posesión de la tarjeta» e intentó realizar seis bizums a una cuenta a su nombre desde el móvil de la víctima, pero el banco se los denegó por sospecha de movimientos fraudulentos. Los días 16, 17 y 18 de septiembre, extrajo dinero de las cuentas del fallecido en la calle Gordóniz de Bilbao y en Torrepacheco (Murcia), adonde se trasladó para visitar a su novia, como ha quedado acreditado en las grabaciones realizadas por las cámaras de dos bancos.

Su excompañera sentimental ha testificado por videoconferencia desde Irún que entregó a la Ertzaintza los regalos que le hizo en aquellos días, unos leggins, una camiseta y una gorra de marca, aunque no sabía que la tarjeta con la que se los compró no era de él. «Hombre, de esas cosas no se habla», se ha justificado. En total, según la acusación particular, que ejerce la asociación LGTBI Gehitu, en nombre del padre y los hermanos de la víctima, llegó a sustraerle de sus ahorros 7.923 euros e intentó apoderarse de otros 8.000, aunque no pudo porque el banco bloqueó las operaciones. Así, solicitan para él cuatro años y medio de prisión por la estafa continuada y otros cinco meses más por la informática, después de que la Audiencia vizcaína haya eliminado la posibilidad de acusarle también de robo con violencia en casa habitada, por el que pedían otros cinco años de cárcel en sus calificaciones provisionales.

Gehitu reclama, al igual que en el resto de procedimientos, que se le aplique la agravante de discriminación por razón de orientación sexual ya que el acusado contactó con la víctima a través de la aplicación Wapo de contactos entre gays, además de alevosía y reincidencia, ya que fue condenado por estafa por uso fraudulento de tarjeta.

Por su parte, la fiscal, ante el reconocimiento de hechos por parte del acusado, ha rebajado la petición de pena de tres años de prisión a dos años y medio por el delito de estafa, mientras que la defensa reclama la libre absolución o subsidiariamente que sea condenado a la pena mínima por la estafa.

Uno de los responsables de la investigación de la Ertzaintza ha aclarado que iniciaron el procedimiento «por un delito de homicidio», que se encuentra archivado y recurrido en amparo ante el Tribunal Constitucional desde febrero de 2023 y pendiente de resolución. Tanto el ertzaina como un hermano de la víctima, que ha declarado a puerta cerrada, están convencidos de ambos se conocieron en la aplicación Wapo. Según el familiar, el fallecido, cuya tarjeta era «nominativa», había mantenido algún contacto con 'Carlos', como se hacía llamar y como su teléfono figuraba en sus contactos.

En el turno de última palabra, Nelson David ha lamentado que está «pagando una condena mediática y social que no me corresponde. Yo mismo me entregué a la Justicia y confío en ella. Por eso me entregué para ver qué pasa», ha concluido.