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Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia han llegado a un acuerdo con la patronal para renovar el convenio tras 68 jornadas de huelga. El nuevo marco laboral coloca a las plantillas de los centros asistenciales vizcaínos como las que percibirán «los mayores sueldos» a ... nivel estatal. El último documento databa de 2017 –vencía en 2020– y también se alcanzó tras 378 días de paros.
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Ahora, las centrales del sector tampoco han ido de la mano durante el año y medio de movilizaciones, que se han cerrado con un convenio para el período 2021-2025 que afectará a 5.000 empleadas. Lo han firmado este martes ELA, sindicato mayoritario con un 64% de la representación en el sector, y UGT con las principales empresas de residencias tras la convocatoria ayer a última hora de la mesa negociadora en la sede en Bilbao del Consejo de Relaciones Laborales.
Tras la reunión, Ana Román, delegada de ELA, detallaba algunos de los principales avances de este documento con respecto al anterior. El incremento salarial estará vinculado al IPC, por lo que, cuando termine el periodo de vigencia, las gerocultoras, «la categoría mayoritaria», percibirán 1.800 euros al mes frente a los 1.460 actuales. «No solo garantizamos recuperar el nivel adquisitivo, sino salarios por encima del mismo», celebraba la representante sindical, que destacaba que «supera» otros convenios del sector firmados recientemente.
Las trabajadoras tendrán además una jornada de 35 horas semanales, tres menos que ahora. «Teniendo en cuenta la mejora salarial y la reducción de jornada, el valor por hora trabajada aumenta: mientras la media estatal es de 9,16 euros por hora, en Bizkaia se pagará, de promedio, a 15,83, un 73% más que el estatal», detallan desde la central nacionalista.
El convenio garantiza además que el 85% de las plantillas en las residencias sean fijas, una de las principales reivindicaciones del sindicato, que aspiraba a que esa cifra fuera del 95%. Otras de las mejoras pactadas son la sustitución desde el primer día de las trabajadoras de baja, el compromiso de impulsar planes de igualdad y de euskera, medidas de conciliación...
«Es un paso muy importante en la dignificación de las condiciones de trabajo de las trabajadoras y de las condiciones de vida de las personas usuarias», subrayaba Román, quien recordaba que «la lucha» en las residencias arrancó «hace dos décadas». «Dijimos que íbamos a ocupar las calles, que íbamos a dejar de se invisibles, y aquí estamos, tiñendo de verde Bizkaia, porque los cuidados tienen que estar en primer línea de lucha», reclamaba.
Las movilizaciones han sido una constante en los últimos meses en el territorio. De hecho, en torno a dos centenares de trabajadoras, en un ambiente festivo, aguardaban en la puerta del Consejo de Relaciones Laborales para celebrar la firma del acuerdo. «La lucha la gana la gente que batalla» y «este convenio lo vamos a firmar» eran las frases más coreadas por las gerocultoras concentradas, que no pierden de vista que el 2025 (año hasta el que está vigente el convenio) «está ahí, con lo cual nuestra lucha va a continuar», advertían.
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