Hay cosas difíciles de explicar. Tres restaurantes del centro obran cada día el milagro de ofrecer platos caseros por solo 12 euros o 12,5, como es el caso del Acomerypunto, de Alameda de Urquijo. En breve subirá el menú medio euro. Presume de servir ... cocina tradicional, «saludable y de temporada». Muchos días sienta a la mesa a 70 comensales. Sin embargo, a este negocio familiar no le ha quedado otra que subir el precio. La madre se encarga de servir los platos, el hijo cocina y cuentan con el apoyo de una empleada.
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El restaurante Albatros, de la calle San Vicente, trabaja también con solo dos personas: Angel Sánchez, el dueño, y Jesús Mari Tojo. «Estamos los dos muchas horas, trabajamos de cinco de la mañana a cinco de la tarde y Jesús es clave porque sabe comprar muy bien y abaratar los pedidos», ensalza Tojo.
«Evidentemente, no tenemos lubina, así que damos un revueltito de langostinos, pulpo o atún. Es lo que intentamos hacer», explica Sánchez, que heredó el negocio «de aita». «Sabemos que el bar está un poco anticuado y que hay sitios más modernos, pero intentamos paliar las deficiencias», admite Sánchez.
El Udala, emplazado en la estrecha Errekakoetxe, teme verse sobrepasado por un protagonismo repentino en el tramo final de su trayectoria que ha sorprendido a Miguel y Loli. En los últimos años han hecho esfuerzos titánicos para no subir el precio sin comprometer la frescura del género o el esmero de las elaboraciones.
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