Juan Mari Aburto, momentos antes de un pleno en el Ayuntamiento de Bilbao. Maika Salguero

Las dudas sobre la llegada soterrada del TAV a Bilbao desatan un choque entre PNV y PSE

Aburto critica al socialista Arriola por plantear alternativas temporales al plan original y Alfonso Gil le reprocha la falta de apoyo de la Diputación

Koldo domínguez

Lunes, 14 de junio 2021

El TAV se convirtió ayer de forma inesperada en una cuestión de conflicto entre PNV y PSE en Bilbao, después de años de correcta convivencia política en el Ayuntamiento. Sin que nada hiciera presagiarlo, Juan Mari Aburto y Alfonso Gil protagonizaron un rifirrafe que ... los próximos días dirán qué recorrido tiene, pero que sí evidenció cierto nerviosismo alrededor de este proyecto, llamado a ser uno de los próximos puntos de inflexión en la historia de la ciudad. Y en el origen de la polémica se sitúan unas aparentes dudas sobre cómo y cuándo será la llegada del tren de alta velocidad a la ciudad.

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Quien ayer hizo patentes las discrepancias fue el alcalde. Aprovechó una entrevista en la Cadena Ser para arremeter contra el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, por plantear la necesidad de ir pensando en un 'plan B' de transición ante la certeza de que el soterramiento de los accesos a la capital vizcaína va a acumular todavía más retraso del previsto.

Ante ese escenario, se podría dar la paradoja de que la línea estuviera en funcionamiento a comienzos de 2027 y, por lo tanto, los trenes circulando por ella, pero que no pudieran llegar hasta el centro de Bilbao porque ni el futuro gran túnel de Cantalojas -que unirá Zaratamo con el centro de la capital- ni la reforma de la estación de Abando estén terminados.

Por ello, Arriola quiso abrir el debate de que igual sería necesario acordar una «alternativa» temporal, que podrían ser unas estaciones temporales que permitieran a los bilbaínos y vizcaínos usar el TAV mientras concluyen las obras del soterramiento. Desde la consejería aseguraron ayer a este periódico que en estos momentos «no se está trabajando en nada» concreto y que si se llega a ese punto, habrá que analizar su «viabilidad económica y técnica». Pero al alcalde esas declaraciones le provocaron cierto malestar. Lo extraño es que Arriola las hizo hace diez días y hasta ayer Aburto no había dicho nada al respecto. «Es absolutamente inaceptable», se soltó ayer el alcalde visiblemente molesto. El primer edil no quiere ni oír hablar de alternativas al soterramiento, aunque éstas sean temporales. En el fondo, teme que lo que ahora pueda plantearse como una propuesta temporal (una estación provisional fuera de Bilbao) acabe por tomar cuerpo y quedarse como permanente. Esta hipótesis arruinaría el gran proyecto urbanístico que el Ayuntamiento tiene ideado para la estación de Abando y su entorno, que incluye el soterramiento de todo el recinto y la playa de vías. Se trata de una operación revolucionaria que dejará en pleno corazón de la villa un espacio de 120.000 metros cuadrados para un millar de viviendas y zonas verdes. «Quiero confiar en que el consejero defienda como siempre ha hecho el Gobierno vasco la entrada soterrada», añadió Aburto en una velada advertencia para que los esfuerzos técnicos y económicos se centren en el plan original y no en posibles 'planes B'.

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Marcar perfil político

Fuentes del departamento de Arriola salieron al paso de las palabras de Aburto e insistieron en confirmar su «compromiso» y el del Ministerio de Transportes con las obras tal y como están planteadas. «Eso es incuestionable», zanjaron para tratar de desactivar cualquier polémica con el alcalde. Pero la mecha había prendido ya entre los socialistas, molestos con las críticas del primer edil hacia una de sus consejerías en el Gobierno vasco y uno de los asuntos estrella en los que quieren mostrar perfil político dentro de la coalición política.

El encargado de hacer patente este enfado fue Alfonso Gil, teniente de alcalde y líder del PSE en Bilbao. Arremetió directamente contra su socio y le recordó que tanto el «Gobierno vasco -es decir Arriola- como el Gobierno de España mantienen su compromiso». Y acto seguido le reprochó que la única administración que se «ha inhibido» de este proyecto es la Diputación de Bizkaia, gobernada por el PNV -también con los socialistas en el gabinete-. «Que lo expliquen», escribió Gil en sus redes sociales en referencia a la decisión de Unai Rementeria de no sumar el apoyo foral a la financiación del plan de soterramiento del TAV.

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En el seno del PSE ha molestado, además, que Aburto optara por airear su inquietud por este proyecto en vez de «levantar el teléfono» y llamarle a Arriola para pedir las explicaciones necesarias.

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