El tradicional homenaje a Don Diego López de Haro ha servido de estreno a la nueva corporación municipal de Bilbao. El desfile y la ofrenda floral en la Plaza Circular, a los pies de la estatura del fundador de la villa, en su 723 aniversario, ... han coincidido con el arranque del nuevo mandato. Y en una fecha tan señalada para la capital vizcaína, el alcalde, Juan Mari Aburto, que inicia su tercera etapa al frente del Consistorio, ha querido lanzar un mensaje de optimismo y abierto al entendimiento entre diferentes. Bilbao -ha insistido- es una ciudad que ha tenido una historia «no exenta de dificultades», pero que siempre ha demostrado su capacidad de resurgir. «Es el mensaje que hoy me gustaría trasladar: mirar al presente y al futuro con ilusión», ha dicho.
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De cara a este nuevo mandato, después de unas elecciones municipales en las que el PNV ha perdido parte importante de apoyos, Aburto ha destacado la importancia de «conectar con la gente», saber «atender a esos problemas concretos, a esas necesidades individuales y colectivas, y también a esas ilusiones». En este sentido, ha insistido en la idea de la transversalidad. El nuevo equipo de gobierno (PNV-PSE) está formado por dos partidos diferentes, pero el primer edil de la villa insiste en la importancia de trabajar como «un único equipo». «Quiero apostar por la transversalidad, por el trabajo en conjunto entre áreas diferentes, y empezar a plantearnos ya el plan de mandato». «Es un reto que queremos hacer en los primeros días», ha añadido.
Una idea que hace extensible a la política en general. «La política tiene que ser algo diferente a lo que vemos casi todos los días, y en ese sentido quiero apostar por la colaboración, y voy a intentar que eso que eso sea», ha señalado.
De cara a este inicio de mandato, con las posturas ya definidas, Aburto ha explicado que lo importante ahora es «engrasar y empastar» el nuevo equipo de Gobierno ya que, la organización está «recién hecha». Hay «concejales que asumen »nuevas responsabilidades y hay que hacerse a ese entorno«.
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En esta línea, la segunda teniente de alcalde y concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete, ha destacado que estamos ante «un cambio de etapa» y ha apostado por un mandato que «siga transformando Bilbao, para acabar de hacer esa ciudad para las personas» y, «sobre todo, volver a ilusionar a los bilbaínos y bilbaínas». Su reto será, según ha insistido, «trabajar en esa ciudad para las personas, que las personas sean el centro de todas las políticas» y «seguir haciendo ese Bilbao mejor». Abete ha deseado una legislatura que permita «seguir haciendo avanzar Bilbao» y seguir «siendo ese referente que queremos».
La tradicional ofrenda floral ha arrancado a las once menos cuarto de la mañana en el Ayuntamiento, desde donde han partido alcalde y concejales -excepto los de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-, acompañados de dantzaris y txistularis. La comitiva ha llevado la bandera de Bilbao hasta el centro de la Plaza Circular, donde se erige la estatua obra del artista Mariano Benlliure.
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En la ofrenda floral han participado los ediles de la Corporación municipal. Pero también ciudadanos a los que se ha brindado la oportunidad de formar parte de la «historia» de la ciudad. Algunos eran personas anónimas y otros rostros más conocidos, como las consejeras del Gobierno vasco Olatz Garamendi y Gotzone Sagardui. También han depositado flores ante Don Diego representantes del Cuerpo Consular, Ilustres de Bilbao, representantes del comercio y la hostelería, así como miembros del Consejo Cívico de la Villa de Bilbao y del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia.
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