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Eligió el Día Mundial de la Salud para dejar patente lo importante que es cuidarse y preocuparse por ella. El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto ... ,, anunció este miércoles que en una de las revisiones médicas a las que se somete de forma periódica le han detectado de nuevo un tumor en el duodeno, una dolencia a la que ya ha vencido en dos ocasiones y con la que convive desde hace más de una década. En un mensaje sereno y carente de cándidos eufemismos, hizo público que vuelve a enfrentarse a la enfermedad y que será operado la próxima semana, lo que le obligará a estar fuera del Ayuntamiento durante su convalecencia. «Yo, en cuanto me dejen los médicos, volveré a estar pendiente de todo», aseguró Aburto, que hace diez días cumplió 60 años. Durante su ausencia, la responsabilidad de dirigir la ciudad pasará a manos de la actual primera teniente de alcalde, Amaia Agirre (PNV), que accedió al cargo tras la marcha de Gotzone Sagardui a la consejería de Salud. Agirre es además concejala de Seguridad Ciudadana en el Gobierno municipal que los jeltzales forman con el PSE en la capital.
En su comunicado, grabado en el Salón Árabe –el más solemne del Consistorio–, Aburto confiesa que recibir la noticia de su recaída ha sido un «golpe duro», pero que se encuentra «bien, nervioso». «Estoy fuerte. Y muy arropado por mi gente, la más cercana. Estoy en las mejores manos, en las de los y las profesionales de la Sanidad Pública Vasca», declara.
Hoy quiero anunciaros que hace ya unas semanas, en una revisión rutinaria de control, me detectaron un pequeño tumor en el duodeno, el mismo que tuve hace 13 años y se me reprodujo hace 7.
Juan Mari Aburto (@juanmariaburto) April 7, 2021
Ha sido un golpe duro pero no he dejado ni un momento mis responsabilidades como Alcalde.
Sin entrar en detalles, él mismo asume la gravedad de la situación al dejar claro que «hay que intervenir y quitarlo cuanto antes». Previsiblemente, será operado en el hospital de Cruces, donde ya fue tratado con anterioridad. En su entorno personal y político apuntan la entereza con la que está encarando este nuevo proceso y destacan la importancia de haber detectado a tiempo la recidiva para esperar un buen pronóstico.
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Aburto comunicó los detalles de su estado de salud a su círculo más cercano en el Ayuntamiento hace casi un mes. Posteriormente, hace dos semanas, lo expuso en la Junta de Gobierno, donde están presentes los concejales de PNV y PSE, los dos socios que gestionan con mayoría absoluta el Ejecutivo local. Pidió discreción y colaboración, y desde entonces se ha planificado con cuidado cómo afrontar el periodo que se abre ahora en su ausencia. «Hemos organizado las tareas en el gran equipo que me acompaña a diario para que mantenga nuestro liderazgo como una gran ciudad», señala Aburto en su comunicado. Antes de hacer pública su dolencia, se lo adelantó a los portavoces de los grupos municipales de la oposición –EH Bildu, Podemos y PP–, que le trasladaron su apoyo y solidaridad. En las últimas semanas Aburto ha mantenido su agenda, en la que no han faltado diferentes compromisos relacionados con las finales de Copa del Athletic –club del que es ferviente seguidor y para el que ayer tuvo un cariñoso guiño–. Su último acto público fue el pasado martes, cuando inauguró junto al lehendakari el nuevo centro de salud del barrio de Irala.
Desde que hace 13 años le detectaran por vez primera el tumor, Aburto ha sido un paciente «modélico», siempre preocupado y puntual en sus controles rutinarios con los que se vigilaba la evolución de su enfermedad. Gracias a uno de estos chequeos le han detectado ahora la recaída, al igual que ocurrió en 2014 siendo consejero del Gobierno vasco. Acudía a las revisiones tras haber superado por vez primera, seis años atrás, un tumor de duodeno. Entonces era diputado de Acción Social en el equipo foral de José Luis Bilbao. Personas que le trataban en aquella época recuerdan cómo en un viaje de Adineko a Finlandia y Estonia comenzó a sentirse cansado, con un malestar persistente que le llevó a consultar a los médicos y de allí al quirófano de Cruces, donde fue intervenido del intestino delgado. Tras su vuelta al trabajo, confesó que aquella experiencia la había «cambiado la vida» y destacó el apoyo que había recibido de su mujer e hijos.
En 2014 y siendo ya consejero de Empleo y Políticas Sociales, sufrió una primera recaída. El 11 de febrero de aquel año lo anunció en público el por entonces portavoz, Josu Erkoreka, en una rueda de prensa tras un Consejo de Gobierno. Aburto permaneció de baja un par de meses y a su regreso a la actividad confesaba a este periódico lo duro que había sido.
«Ha sido largo. Cuarenta días ingresado en el hospital de Cruces para eliminar un pequeño tumor en el duodeno. Aunque la operación fue mucho más liviana en esta ocasión, una complicación colateral me ha tenido todo este tiempo de baja, al que hay que sumar otras dos semanas de hospitalización a domicilio. Físicamente me encuentro muy débil todavía, pero para mí era importante recuperar la actividad, pese a la posición en contra de mi médico de familia». Un año después, el PNV le hizo candidato a la Alcaldía de Bilbao y alzó la makila tras las municipales de 2015.
El alcalde, que fue intervenido el pasado 13 de noviembre para implantarle una prótesis de cadera con la que paliar los «fuertes dolores» que sufría desde hacía tiempo, agradeció ayer «por anticipado» los numerosos mensajes de apoyo recibidos durante todo el día. Y quiso insistir en la importancia de velar por la salud de cada uno, más si cabe en tiempo de pandemia: «Ánimo. Cuidaos mucho. Atended a las autoridades sanitarias».
«Día Mundial de la Salud, día importante para todos y todas por esta época de pandemia y siempre, ya que la salud nos marca el camino de nuestras vidas. Hoy quiero anunciaros que hace ya unas semanas, en una revisión rutinaria de control, me detectaron un pequeño tumor en el duodeno. El mismo que tuve hace 13 años y se me reprodujo hace 7. Ha sido un golpe duro, pero no he dejado ni un momento mis responsabilidades como alcalde. Estoy bien, nervioso. Pero hay que intervenir y quitarlo cuanto antes. Yasí será la semana que viene. Estoy fuerte, arropado por mi gente, la más cercana; estoy en las mejores manos, las manos de la sanidad pública vasca.Dejo el Ayuntamiento temporalmente. Hemos organizado las tareas en el gran equipo que me acompaña a diario para que mantenga nuestro liderazgo como una gran ciudad. Yo, en cuanto me dejen los médicos, volveré a estar pendiente de todo. Primero con el móvil, después con las nuevas tecnologías, hasta que me pueda incorporar por completo. Quiero daros las gracias por anticipado a cuantos os habéis preocupado u os preocupéis por mi salud, por darme ánimos, por estar siempre cerca de vuestro amigo y compañero Juan Mari. Sin duda y con mucho orgullo, de vuestro alcalde, el alcalde de Bilbao. Ánimo. Cuidaos mucho. Atended a las autoridades sanitarias. ¡Y aupa Athletic, que me debéis una copa! Eskerrik asko guztioi. Laister arte. Gora Bilbao!»
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