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El amor entre abuelos y nietos es algo único, una mezcla de recuerdos y emociones que tocan a ambas partes por igual. Tanto es así que hasta tienen un día al año que conmemora este sentimiento. El parque de Doña Casilda lleva ya siete años reuniendo a familias el 26 de julio por el Día Nacional de los Abuelos para enmarcar uno de esos momentos felices. Y todo gracias a la fotógrafa Naiara Gallego y a la ayuda de Alazne Diestro, de Tipi eventos.
«Cuando abrí Meraki Estudio me di cuenta de que no había sesiones de fotos de abuelos y nietos, con lo importantes que son estos miembros de la familia. Así que las convertí en un especial en mi tienda y se me ocurrió regalar fotos en este día», explica Gallego. La primera cita fue en el Teatro Arriaga y, pese a creer que no asistiría casi nadie, fueron 12 las familias que se sumaron. «Me sorprendió mucho porque es una mala fecha. La mayoría de abuelos suelen estar de vacaciones en el pueblo», reconoce.
Las familias reciben esta idea año tras año con muchas ganas. «En la pandemia no estaba segura de realizar la sesión, pero al preguntar a los abuelos, la respuesta fue un sí rotundo». Y es que, pese a sacar muchas fotos actualmente con el móvil, «no hay nada como una foto bien hecha, pero naturales, sin forzar nada». Gallego confiesa que muchas veces le han ofrecido dinero por ellas, «pero yo lo hago para reivindicar el valor de los abuelos y porque me llena el alma».
Pese a estar en pleno puente festivo, 16 familias han querido acercarse hasta la Pérgola para tener un buen recuerdo de un día como este. «Es un orgullo sacarme una foto con mis nietas». Visi González acude en esta segunda ocasión muy bien acompañada de Lucía, Daniela, y Martina. «La abuela me trata muy bien. Me hace ilusión sacarme una foto con ella y me gustaría repetir», comenta Daniela. Aunque Luci Portella es abuela de cinco nietos, en esta ocasión —la cuarta ya— ha acudido con los más pequeños, Ariane y Julen. «Me encanta venir, es un recuerdo muy bonito. Tengo las fotos hasta enmarcadas». La pequeña Ariane desea que este proyecto dure muchos años: «Espero que cuando sea mayor siga existiendo para hacerlo yo también con mis nietos».
«Con ellos siempre es muy bonito todo, así que ha sido una gran experiencia», confiesan Begoña Villasante y Francisco Garcés, que se han estrenado de la mano de Ugaitz, Kimetz, Izei y Udane. Por su parte, Begoña García de la Yedra ha acudido en esta segunda ocasión con un miembro más en la familia, la pequeña Maider, que se suma a Aritz e Ibai. «Quiero tener algo que no solo sea un recuerdo para mí, sino también para ellos». No es la única que piensa así. María Isabel Miguel, en compañía de Alex y Jon, ha estado pendiente todo el año para no perderse la cita. «Quiero que cuando empecemos a ver el álbum de fotos a ellos también les haga ilusión verlas, como ya lo hicieron sus padres».
La emoción no se limita únicamente a los abuelos, también alcanza a los nietos. «Me ha gustado sacarme una foto con la abuela. A ver si repetimos y así se ve cómo voy creciendo, que ya no me queda mucho para ser más alta que la abuela», bromea Alexandra García. A lo que su abuela, Begoña del Campo, responde que es un poco triste que crezcan tan rápido, «para cuando quiera darme cuenta ya estará volando». Mientras, el pequeño Julen confesaba que estaba cansado de tantas fotos: «Ya este año más no, el siguiente vale».
En la mayoría de los casos, los abuelos son una figura esencial en la vida de los nietos cuidándolos cuando los padres no pueden, sobre todo en los meses de verano. Pero hay muchas personas de la tercera edad que no tienen la oportunidad de pasar este día en familia. Es por eso que la residencia DomusVi de Miraflores lleva ya dos años acudiendo a la cita. «Muchos de ellos no salen de la residencia por discapacidad, salir es una novedad y, por ejemplo, eventos como este les gustan», explica la psicóloga. Sin embargo, Jose Antonio Rellioso, uno de los familiares, se muestra más crítico: «Nos hemos convertido en una sociedad individualista y egoísta. No nos podemos olvidar de la tercera edad, les debemos mucho y todos llegamos a ella».
Naiara Gallego ha terminado el evento emocionada, en parte por ver a muchos de los pequeños cómo van creciendo, «de hecho me han enseñado fotos de otros años». Y con la emoción llegan los recuerdos. «He pasado mucho tiempo con mis abuelos y al final ver a otros con los suyos es muy bonito». La cita concluye con un «hasta el próximo año», porque sí, Gallego volverá a reunirse con ellos el siguiente 26 de julio, y el siguiente y el siguiente... «Seguiré haciéndolo hasta que pueda y eso es mucho tiempo». Pero antes de levantar el chiringuito quiere recordar a los nietos que aprovechen «cada segundo con vuestros abuelos porque son únicos, son un tesoro».
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