

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El joven de 20 años acusado de violar a una menor de 14 la noche de Halloween de 2016, en Leioa, ha quedado absuelto « ... porque la prueba practicada no ha sido suficiente ni concluyente», señala la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia vizcaína a la que ha tenido acceso este periódico. «No ha quedado acreditado que el procesado tuviera acceso carnal vía anal con la menor», concluye. El tribunal argumenta su decisión en las «dudas» que alberga sobre la forma en que se identificó al presunto autor de la agresión durante su detención por parte de la Ertzaintza. Según la víctima, los agentes le mostraron una fotografía, pero los policías declararon en el juicio que la joven reconoció al arrestado desde el vehículo policial en el que era trasladada al hospital. «Si los reconocimientos fotográficos no constituyen prueba apta para destruir la presunción de inocencia, menos lo será cuando se exhibe una sola foto en un momento poco idóneo», razonan los jueces.
Además, «el grueso de las pruebas biológicas apuntan a otro individuo», argumenta la resolución. El caso dio un giro inesperado al localizarse en las muestras recogidas durante la exploración ginecológica a la víctima ADN de otro hombre. Se trataba de un menor, compañero de piso del acusado, que fue detenido el pasado julio en París y que será juzgado previsiblemente por un juzgado de menores. Según la sala, «existe una alternativa a la tesis acusatoria como que la víctima mantuviera relaciones sexuales vía vaginal con el menor mencionado y que hubiera una transferencia del ADN de ambos al encausado».
La Fiscalía solicitaba para el acusado una pena de 9 años prisión por un delito de agresión sexual al haber mantenido relaciones con una menor de 16 años, afectada por la ingesta de alcohol. La acusación particular elevaba la petición a 12 años por tratarse de un «delito repulsivo con posterior regodeo».
Días después de los hechos, se colgó en Youtube un vídeo en el que aparecía parcialmente el acusado y donde uno de sus amigos afirmaba: «La chica quería, no tenéis ni puta idea». El joven quedó en libertad con la obligación de personarse cada quince días en el juzgado, pero se fugó a otro país. En abril de 2017, la víctima y su hermano recibieron whatsapps amenazantes desde un teléfono de Alemania. «Me has jodido la vida», decía uno de ellos.
El pasado diciembre, el joven huido fue detenido en Salamanca por la Guardia Civil por atentar contra un agente de la autoridad tras permanecer cerca de un año huido de la Justicia, e ingresó en prisión provisional al estar reclamado por esta causa. La Audiencia dictó un auto de libertad del reo el pasado miércoles que adelantaba el fallo absolutorio notificado ayer. La acusación particular, que representa a la familia de la chica, ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.
En su declaración al comienzo del juicio, celebrado los días 2 y 3 de octubre, el acusado negó que conociera a la joven, pero no supo explicar por qué había ADN de ella en el interior de su calzoncillo. La sala no duda de la versión de la víctima. «La menor fue el objeto pasivo de un acceso carnal vía anal», pero no se ha podido probar que el autor fuera el encausado.
«Es incontestable que el perfil genético hallado en la zona vaginal y anal de la joven y en su ropa interior corresponde a otro individuo». Los peritos de Genética Forense de la Ertzaintza y del Instituto Nacional de Toxicología explicaron que los supuestos restos biológicos de este chico podían haber quedado «enmascarados», pero el tribunal entiende que «existe una tesis más beneficiosa para el reo, que es que nunca tuvo relaciones sexuales con la chica».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.