9.000 vizcaínos han prescindido de su segunda vivienda en los últimos dos años

La subida de los precios de la energía, que incluso se agravó tras la invasión rusa de Ucrania, o el progresivo aumento de los tipos de interés, que ha llevado a incrementar las cuotas de las viviendas con hipotecas variables, son algunos de los factores que explicarían por qué miles de familias han tomado la determinación de bajar la persiana de los domicilios que utilizaban para disfrutar de los periodos vacacionales para siempre. Así, si a finales del 2021 más de 131.300 familias vizcaínas contaban con segunda residencia, la cifra ha descendido ahora hasta los 122.436, lo que supone una reducción del 7,3%.

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Baja el número de hogares que disponen de más de una propiedad, pero también la cantidad de residencias ocasionales registradas en el territorio, aunque en una proporción algo menor que en el primero de los casos (-6,3%). En Bizkaia han disminuido en 9.107 los inmuebles que no son utilizadas como viviendas habituales. En total hay unos 142.545 pisos. Todavía así, y a pesar de las dificultades existentes para encontrar una vivienda asequible en el territorio, sobre todo entre los más jóvenes, quienes se ven obligados a permanecer en casa de sus progenitores más de lo que les gustaría por los altos precios que encuentran en el mercado inmobiliario, una cuarta parte de los hogares vizcaínos siguen teniendo un segundo domicilio en propiedad. Y de los mismos, la media es que cada familia tenga incluso 1,16 residencias en propiedad.

¿Pero dónde tienen los vizcaínos esas segundas residencias y para qué las destinan? Un 48,8% de este tipo de casas están ubicadas fuera de Euskadi, siendo las localidades situadas en las provincias limítrofes, sobre todo en Castilla y León, Cantabria y La Rioja, las más aclamadas, mientras que un 48,1% están dentro del propio territorio. En el segundo de los casos, es el área funcional de Bilbao Metropolitano, que agrupa un total de 35 municipios, entre los que destacan localidades como Plentzia o Gorliz, cuyas poblaciones se disparan cuando se acercan los periodos vacacionales, es el que mayor número de segundas residencias agrupa (51.180).

El documento del Observatorio vasco de la Vivienda evidencia asimismo que la ubicación de los domicilios juega un papel trascendental en el uso que posteriormente los vizcaínos les dan. Los datos hablan por sí mismos. Sólo el 19,3% de los domicilios ubicados en Bizkaia son utilizados para disfrutar de periodos vacacionales. Por contra, el 37,2% están dirigidos al alquiler, un 20,1% están cedidos a otras personas y un 11% se encuentran vacíos, un porcentaje que el Gobierno vasco quiere reducir con la puesta en marcha de programas específicos, como Bizigune o ASAP. El objetivo de estas iniciativas es, en definitiva, impulsar que aquellos domicilios que no están siendo usados con cierta periodicidad puedan ser introducidos de nuevo en el mercado de arrendamiento para intentar reducir así el problema de la falta de vivienda.