353 coches abandonados vendidos como chatarra

En lo que va de 2023, se han achatarrado 130 unidades y el año pasado tuvieron ese destino 353, frente a los 898 de 2019. La gran diferencia entre las cifras de hace cuatro años y las actuales estriba, explican portavoces del área de Seguridad Ciudadana, en que el año 2019 fue «un año especial», ya que a lo largo de ese ejercicio el depósito municipal se trasladó de su histórica ubicación en Zorrozaurre a las nuevas instalaciones de Zorroza.

El Ayuntamiento delega este servicio en Desguaces Vidaurreta. El último contrato, del pasado año, estará vigente hasta febrero de 2024, y establece que la empresa abonará a la Administración local 283,52 euros por turismo y furgoneta y 25,20 por motocicleta, importes a los que es necesario sumar un 21% de IVA.

El Consistorio, en todo caso, puede destruir vehículos que son propiedad privada solo en ciertos casos, recogidos en la Ley de Tráfico (18/2009, de 23 de noviembre). Así, la regulación prevé que se podrán enviar a achatarrar los automóviles almacenados en el depósito «cuando hayan transcurrido más de dos meses» desde que fueran inmovilizados o retirados de la vía pública. Antes, deben abrir un proceso de «alegaciones», y si su titular «no hubiera formulado» reclamación alguna, se ejecutaría el desguace.

¿Y cómo llega hasta el depósito ese vehículo? Desde el Ayuntamiento precisan que, para que se considere que un coche está abandonado en la vía pública, es necesario que haya permanecido «durante más de un mes» estacionado «en el mismo sitio» y que presente «desperfectos que impidan su desplazamiento por sus propios medios» o que «le falten las placas de matrícula».