Casi 2.500 mujeres han sido víctimas de la violencia machista este año en Bizkaia

El problema es que el crecimiento no es un hecho aislado. Según los datos recabados por el Observatorio de la Violencia Machista de Bizkaia, las cifras están rompiendo récords una y otra vez. En 2003 se registraron en el territorio 1.670 casos, en 2013 se llegó a los 2.800 y 2023 se cerró con 3.505. La previsión indica que este ejercicio podrían rondarse ya los 4.000.

Todas estas cifras, entre las que aún no aparece contabilizado el caso de Yameli Gonzáles, la joven de 31 años que fue asesinada por su novio en la vivienda que compartían en Santutxu el pasado 12 de septiembre, son las que maneja el Gobierno foral. Y entre sus previsiones no aparece que la tendencia vaya a poder revertirse a corto plazo. Todo lo contrario. La diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, la socialista Teresa Laespada, anunció ayer en las Juntas Generales que la partida económica que su departamento va a destinar a combatir la violencia machista se va a incrementar en 2025 hasta los 11,6 millones. Supone un 9% más que este ejercicio en el que la cuantía ya se había elevado un 30%.

Hace justo un año Laespada subrayaba la necesidad de que las instituciones y la sociedad se pusieran las pilas para afrontar una «nueva realidad» con cada vez más casos de violencia machista. La estadística estaba «disparada», decía entonces. Ayer fue un paso más allá y calificó como «insoportable» el incremento de incidentes. «No podemos tolerar estos niveles de violencia ni convivir con asesinatos como si fuera una situación corriente», aseguró. Además de consolidar los servicios de «protección, acompañamiento y reparación» para mujeres y sus hijos e hijas menores de edad, anunció que en 2025 el Gobierno foral también quiere trabajar la prevención «con hombres, especialmente los más jóvenes».

La explicación de esta situación parece clara desde hace tiempo, según los expertos. La mayor concienciación social está ayudando a aflorar casos que permanecían ocultos y a que algunas mujeres sean conscientes con mayor facilidad de lo que están padeciendo. La nueva legislación también tipifica como delitos sexuales incidentes que antes no eran entendidos así. Un buen número de las denuncias que se interponen ahora mismo son por tocamientos, según confirman fuentes policiales. Con todo, preocupa especialmente a los especialistas la proliferación de incidentes entre jóvenes.

Laespada se marcó ayer el objetivo «fundamental» de «rehacer las vidas» de las víctimas que están pidiendo ayuda a las instituciones. La Diputación estrenó el año pasado un centro residencial de 30 plazas para que mujeres que decidan dar el paso puedan abandonar la vivienda que comparten con su agresor. De ahí, algunas de ellas pasan a viviendas de 'estancia media'. El Gobierno vizcaíno también ofrece un servicio de atención psicológica, y desde finales del año pasado ofrece un itinerario individualizado para las mujeres que padecen agresiones sexuales. Funciona en el centro de Bilbao un centro de 'crisis' en el que se las atiende nada más registrarse el ataque y otro para supervisar su situación «a largo plazo».