silvia osorio
Domingo, 28 de mayo 2017, 02:55
«¡Me muero si les pasa algo!», gritaba entre sollozos César Jiménez. Su padre, del mismo nombre, y Antonia, su madre, se debatían ayer entre la vida y la muerte tras el incendio que arrasó su vivienda, que compartía con su hermano Joaquín, su cuñada Rocío y sus sobrinos César y Jenny, fallecidos los cuatro. La fatalidad ha roto su familia, pero el destino quiso que el joven, que ronda la veintena, se salvara de una muerte casi segura. Justo cuando el fuego empezó a consumir la casa, César disfrutaba de una noche de fiesta con amigos en galerías de Zorroza. El joven llegó por la mañana al hospital de Cruces sin tener constancia de las consecuencias letales del suceso. Entre lágrimas, algunos seres queridos le comunicaron la terrible noticia. Amigos y familiares rodearon al muchacho, que, desconsolado, no acertaba a entender los inesperados vuelcos que a veces da la vida.
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