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José Mari Reviriego
Domingo, 28 de mayo 2017, 02:10
Juan Mari Aburto se ha visto obligado a recomponer el equipo de gobierno del PNV para coser el «desgarro» provocado hace dos meses por la dimisión de Mikel Álvarez, un fichaje personal que se había convertido en su mano derecha. Poco dado a las improvisaciones en política, el alcalde de Bilbao aprovechó el pleno del jueves pasado para refrendar la reorganización llevada a cabo en su gabinete, completada con la entrada de la exparlamentaria Gotzone Sagardui como coordinadora de Alcaldía, Desarrollo Económico y Buen Gobierno. En principio, la nueva concejala (Bilbao, 1966) asumirá el grueso de las numerosas funciones de Álvarez, que renunció a su cargo desencantado con la gestión municipal para reincorporarse a la empresa privada.
Aunque la idea era capear la sustitución con un «retoque» en el equipo, Aburto ha decidido dotarse de mayores poderes como revulsivo para relanzar su proyecto, ahora que enfila la segunda vuelta de una legislatura que desembocará en las urnas en mayo de 2019. Se trata de un momento clave del mandato. Todo lo que no prenda ahora será difícil de 'cosechar' dentro de dos años. Y la ciudad tiene varias operaciones aún en barbecho, como Zorrozaurre, donde la apertura del canal de Deusto sigue estancada, y desafíos de largo alcance como la nueva Termibus de Garellano y el inicio del soterramiento de la estación de Abando gracias a la llegada del TAV.
En un intento de dar un nuevo impulso, el alcalde se implicará de forma más directa en al menos tres cometidos que hasta ahora lideraba Mikel Álvarez: los grandes proyectos, claves para consolidar la proyección de la ciudad y afrontar el reto «prioritario» del empleo; la negociación de los presupuestos, columna vertebral de la gestión; y la 'cocina' previa de los plenos, que miden cada mes el pulso a la actividad.
Aburto quiere volcarse en las operaciones estratégicas. Por indicación de Álvarez, visitó a primeros de año en Madrid un centro de emprendimiento de Google. Con Zorrozaurre en el escaparate, también lanza sus redes en la cadena de reuniones que ha abierto con diferentes representantes diplomáticos. Los últimos, procedentes de Reino Unido, Rumanía, Turquía y Letonia.
Aunque su equipo considera que la marca Bilbao está «consolidada», algunos acontecimientos han puesto de relieve una cierta pérdida de punch en el Ayuntamiento. El reciente anuncio realizado en Londres por el diputado general, Unai Rementeria, de que los 'oscars' de la gastronomía se celebrarán en la capital vizcaína el próximo año podría ser una prueba de ese menor protagonismo del Consistorio.
El apoyo de su asesor
En esta segunda mitad del mandato, Aburto se apoyará en su asesor y jefe de Comunicación, Aitor Bilbao, que fue nombrado el pasado jueves director del gabinete de Alcaldía, un cargo que le confirma como el puntal del alcalde en el mandato. Bilbao es su colaborador más estrecho, su hombre de confianza. Se conocen antes como amigos que como profesionales de la gestión pública - vivían casi puerta con puerta en Deusto-. Y eso es muy importante para una persona como Juan Mari Aburto, que concede un gran valor a la amistad en el ejercicio del trabajo, como se pudo comprobar el día en el que Álvarez anunció su renuncia. «Mikel es y seguirá siendo mi amigo», declaró.
En esta recomposición, llevada a cabo con la colaboración del Bizkai buru batzar, el regidor ha adoptado dos decisiones internas. Además de reforzar su poder, ha entregado la mayor parte de las funciones que desempeñaba Álvarez a la exparlamentaria Sagardui, en vez de delegarlas en uno o en varios de los concejales que entraron con él en el Ayuntamiento tras las elecciones de 2015.
El equipo es una combinación de experiencia y proyección que bien podría estar representada por Ricardo Barkala, concejal en la etapa de Azkuna y viceconsejero de Aburto en su etapa al frente de las Políticas Sociales en el Gobierno vasco; y por Xabier Ochandiano,
un valor al alza en el ejecutivo local. Responsable de Desarrollo Económico, Ochandiano se ocupa del reto del empleo. Acaba de regresar de un congreso en China y este próximo miércoles recibirá a un grupo de empresarios de Argentina. Como novedad, asumirá la representación municipal en Mercabilbao, una tarea que colgaba de la coordinación de Alcaldía.
La otra labor que se ha desgajado del departamento que lideraba Mikel Álvarez es Azkuna Zentroa, que ha pasado a manos de la concejalía de Cultura de Nekane Alonso, a su vez, portavoz del PNV. Aburto quiere insuflar a La Alhóndiga un impulso más cultural para situarlo como tercera pata del eje Guggenheim-Museo Bellas Artes.
El resto de las funciones que dependen de la coordinación de Alcaldía se mantiene, como los recursos humanos y la mesa de contratación. Es decir, Sagardui estará al frente de la política de personal y los asuntos económicos de un Ayuntamiento con casi 528 millones de presupuesto y 2.355 funcionarios. Exdirectora de Activación Laboral de Lanbide, también deberá asumir la interlocución con los sindicatos -ELA es el mayoritario- y con la oposición, una labor esencial cuando hay que negociar las cuentas y las mociones con mayor peso del pleno.
La nueva coordinadora de Alcaldía se estrenó en la sesión plenaria del jueves con intervenciones sin aparentes tensiones con la bancada de enfrente, ocupada en este mandato por EH Bildu, PP, UdalBerri y Goazen. Previamente, 'cocinó' con los grupos algunas propuestas, en reuniones en las que llegó a estar acompañada de la portavoz del PNV y del propio Bilbao. Sin embargo, lo normal es que esta interlocución sea realizada de forma coordinada entre jeltzales y socialistas para evitar chispazos entre los socios de gobierno.
Sagardui se suma así a la sala de máquinas de la Alcaldía que capitanea Aburto con la colaboración de Aitor Bilbao, que ha asumido el cargo que tenía Andoni Aldekoa como mano derecha de Iñaki Azkuna. Bilbao sigue llevando las riendas de la comunicación, que incluye los avisos públicos y la publicidad. Las relaciones públicas asociadas al protocolo se mantienen en manos de Begoña Ibargüen, una de las escasas referencias que quedan de la etapa de Azkuna. Pero la principal tarea de Bilbao seguirá siendo el asesoramiento a Aburto, con quien forma un sólido tándem dentro y fuera del despacho.
'Maitines' los lunes y cara a cara con el portavoz del PSE
El poder en el Ayuntamiento de Bilbao se escenifica en los diferentes niveles de reunión que mantiene el equipo de gobierno, gestionado en coalición por el PNV y el PSE. En un Consistorio de 29 concejales, los jeltzales aportan 13 y los socialistas, 4. El encuentro más importante de la semana se celebra el lunes. Los 'maitines' reúnen a 8 cargos, encabezados por Aburto: los tres tenientes de alcalde -Barkala, Gil y Alonso-, los coordinadores de área Del Hierro, Pombo y Sagardui; y el asesor Aitor Bilbao, que participa en todas las reuniones salvo cuando se trata de las juntas de portavoces. Un día a la semana, el alcalde y Alfonso Gil, portavoz del PSE, se citan cara a cara para abordar asuntos locales.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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