Dimite la mano derecha de Aburto

Su marcha, que se hará efectiva en el pleno del próximo 30 de marzo, abre una profunda crisis en el Ejecutivo de Juan Mari Aburto (PNV-PSE) antes incluso de que se haya llegado al ecuador del mandato y saca a la luz discrepancias internas de peso en la gestión municipal. Sin embargo, Álvarez ha evitado expresarlas en las explicaciones ofrecidas a los portavoces y ha atribuido su salida a la llegada de una oportunidad profesional en el sector privado.

En realidad, su salida es un auténtico mazazo político para Aburto y el PNV, que había apostado por un cambio de ciclo para intentar superar la época de Iñaki Azkuna con garantías de «estabilidad, tranquilidad y confianza», de alguna forma quebradas ahora con la renuncia. Se trata de un hecho insólito en el Consistorio bilbaíno.

Extensa etapa en Osakidetza

Las elecciones municipales de mayo de 2015 sirvieron a Mikel Álvarez para iniciar su primera experiencia política como cargo electo, después de una extensa etapa en Osakidetza y en la empresa privada. Licenciado en Medicina, ha sido gerente de los hospitales de Cruces y Basurto, y director de Mondragón Health, la rama médica de la Corporación Mondragón, su último destino antes de fichar por el equipo de Aburto.

Álvarez, natural de Zumaia y de 62 años, volverá a la actividad privada al aceptar la propuesta de Mondragón para ocupar el cargo de director de Estrategia y Relaciones en el área de vicepresidencia de innovación, promoción y conocimiento del grupo empresarial. Además, también desarrollará labores en el consejo rector de la Universidad de Mondragon. Está previsto que se incorpore a sus nuevas funciones el próximo 1 de abril.

Aburto deberá ahora buscar un recambio de garantías, apoyado en un equipo de confianza formado por fichajes de su etapa en la gestión de servicios sociales en la Diputación y el Gobierno vasco. Su núcleo duro de concejales pivota sobre Ricardo Barkala (Obras y Servicios), Iñigo Pombo (Acción Social) y Xabier Otxandiano (Desarrollo Económico). En declaraciones a este periódico, el alcalde ha descartado que exista un «conflicto personal» detrás de la salida de Álvarez, del que confiesa ser «buen amigo».

EH Bildu lamenta la marcha de una «pieza clave»

La portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao, Aitziber Ibaibarriaga, ha afirmado que es una «sorpresa» la dimisión Mikel Álvarez, que era «una pieza clave» en el Gobierno municipal y espera que su sustituto tenga un «talante similar o parecido» al del edil. Tras mostrar su respeto por esta decisión y desearle «lo mejor», ha indicado que EH Bildu ha trabajado «bien» con el coordinador de la Alcaldía con el que la relación ha sido continua para abordar «el día a día». «Ha sido fácil el trabajo con él», ha añadido.

Por su parte, Ganemos Goazen Bilbao ha lamentado la marcha de Álvarez, y sospecha que su renuncia «puede ser por conflictos y discrepancias internas dentro del grupo municipal del PNV». Asimismo, ha elogiado su figura, «una persona dialogante, conciliadora y capaz de llegar a acuerdos con todos los grupos de la oposición». «Le deseamos, por ello, lo mejor en su vida profesional y personal», ha concluido.

El portavoz del PP, Luis Eguíluz, ha calificado de «sorpresiva» la marcha del edil del PNV y, aunque ha señalado que el «compromiso» con el Ayuntamiento era para 4 años, ha manifestado que comprende que Álvarez haya aceptado el «reto» de hacerse cargo del área de investigación, desarrollo y universidad del grupo Mondragón. Tras señalar que era el encargado de hacer la «fontanería fina» para el alcalde y quien negociaba con la oposición las propuestas a los presupuestos y en los plenos municipales, el edil popular considera que Aburto «no va a tener fácil» encontrar a una persona que se ocupe de las mismas funciones. «Al alcalde le ha hecho un costurón», ha dicho.

La portavoz de Udalberri, Carmen Muñoz, ha subrayado la «buena forma de gestionar a la oposición» que ha tenido Álvarez en estos casi dos años transcurridos del mandato, ya que «ha intentado buscar el consenso constantemente» y «escucha bastante, cosa -ha apostillado- que una parte del gobierno de Aburto no tiene». «Hemos tenido enfrentamientos y grandes discrepancias, pero siempre hemos podido llegar a un consenso y se han cocinado muchas cosas», ha dicho la edil.