Aprobados definitivamente los presupuestos de Bilbao para 2017

En un pleno extraordinario, la corporación municipal ha debatido hoy las reclamaciones presentadas al presupuesto, que este año han procedido de ELA y LAB, sindicatos que han pedido fundamentalmente una mayor dotación en materia de personal.

Las votaciones han reproducido las posiciones de los grupos políticos en el anterior pleno presupuestario: PNV y PSE han rechazado las alegaciones y han aprobado definitivamente las cuentas para 2017, el PP se ha abstenido tanto a las reclamaciones como a las cuentas, y EH Bildu, Udalberri y Podemos han respaldado las peticiones de ELA y LAB y han vuelto a oponerse a los presupuestos.

La concejala de Hacienda, Marta Ajuria, ha explicado que el gobierno municipal ha rechazado las alegaciones de ELA y LAB porque su contenido no se corresponde con «ninguno» de los supuestos que permite la norma foral vizcaína para entablar reclamaciones. Ajuria ha resaltado que se trata de un presupuesto «comprometido con Bilbao y los bilbaínos», además de «realista».

La portavoz de EH Bildu, Aitziber Ibaibarriaga, ha reprochado que el equipo de gobierno PNV-PSE va «más allá que el Gobierno del PP en mantener los recortes más allá de las restricciones legales» en materia de personal y refleja que «no va a cubrir todos los puestos de trabajo, ni las bajas en la medida de las necesidades».

Carmen Muñoz, portavoz de Udalberri (el grupo en el que integra Podemos), ha considerado que en los presupuestos hay «insuficiencia de partidas de personal», pese a lo que, según ha criticado, el gobierno local rechaza «sin pestañear» las alegaciones «sensatas» de ELA y LAB.

El portavoz de Ganemos, Francisco Samir Lahdou, ha señalado que el rechazo del gobierno municipal a las reclamaciones sindicales es una «excusa» para no garantizar las plantillas necesarias y una mejora de las condiciones laborales.

Luis Eguíluz, portavoz del PP, ha indicado que, aunque las alegaciones sindicales no entran en los supuestos de la norma foral, pueden ser «legítimas» y podrían haber sido aceptadas con una «cuantificación» de sus reivindicaciones.