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Miriam Cos
Viernes, 5 de agosto 2016, 23:44
Llevan 18 años sufriendo «acoso, insultos, agresiones y todo tipo de amenazas» por parte de una familia que convive con ellos en la misma zona. Los vecinos del barrio Larrazabal en Basauri ya no soportan más un día a día en el que se ven ... obligados a enfrentarse a las ataques que se repiten continuamente en un lugar que, según relatan, ha sido «tomado» por una única familia de etnia gitana desde hace casi dos décadas.
Tanto tiempo soportando situaciones desagradables han llevado a la asociación vecinal Baskonia Larrazabal a decir «basta ya», después de que el pasado lunes un matrimonio fuera «abordado» por miembros de la citada familia, que no dudó en agredir a la pareja «ante la mirada de la Policía y la Ertzaintza. Me estaban esperando a la puerta de mi casa», explicó la afectada. «He interpuesto una denuncia con parte de lesiones y llevaré esto a donde haga falta. He tenido que soportar que me insulten, me amenacen, me escupan e incluso me pinchen las ruedas del coche», aseveró.
Un puñetazo a su pareja, un móvil roto y un golpe en la cara fue lo que se llevó de sus vecinos la agredida, que ya el año pasado pidió una orden de alejamiento tras ser víctima de varias amenazas e insultos. «Esto viene de muy lejos. Mi marido y yo no nos callamos, así que nos la tienen jurada. El año pasado les denuncié, gané el juicio, y como las leyes son como son les pusieron una multa económica que no pagaron, ya que se han declarado insolventes dijo. Después de pedir la orden de alejamiento prohibieron a uno de ellos incluso que se acercara a hablarme en dos meses... Pero no sirve de nada», denuncia.
Esta vecina de Larrazabal, que no ha querido revelar su identidad por miedo a posibles represalias, asegura que se trata de una situación general en la que todos los vecinos del barrio están sometidos al miedo y la incertidumbre.
«Los niños nos insultan todo el rato. No sabes cuándo va a pasar algo ni a quién, es como una lotería», valora Itziar Regadera, presidenta de la agrupación vecinal. Desde la entidad lamentan una situación de la que culpan al Ayuntamiento de Basauri y a las autoridades, «sobre todo en épocas vacacionales, cuando hay menos patrullas por el municipio», y demandan que ambas instituciones hagan algo para solucionar lo que consideran «insostenible».
«No puedo dormir, estoy muy nerviosa y no paro de llorar», confiesa la vecina. «El Ayuntamiento solo hará algo cuando corra la sangre», lamenta, una opinión que comparten el resto de vecinos, también la presidenta. «Psicológicamente estamos muy mal. Una cosa es decirlo y otra vivir aquí, con una tensión impresionante, llegas a casa y se te encoge todo», confiesa.
Un «sinvivir»
Los afectados, explica, han estado acudiendo a los plenos del Consistorio cada mes para poner sobre la mesa sus preocupaciones y demandas, pero asegura que no ven intención por parte de las autoridades locales en acabar con esta situación. «Siempre nos dicen que tienen las manos atadas, parece que están esperando a que pase algo gordo para reaccionar. Hace mucho tiempo que esto dejó de ser un problema de convivencia: aquí te roban, te pegan por las calle Podría emplear la palabra terrorismo para definir lo que pasa en este barrio. Esto un sinvivir», denuncia.
Los propietarios ya han perdido la fe en los servicios sociales, y creen que están «desamparados» ante la ley. «El lunes cuando pasó todo nos contuvimos porque, si no, somos nosotros los que salimos perdiendo. Llevamos más de tres legislaturas, desde que estaba Loli de Juan al frente del Consistorio, pidiendo una solución. A mí me llevarán por delante, pero no me van a faltar más al respeto. Sé que al final me va a tocar a í», denuncia la agredida.
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