

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Josu García
Viernes, 3 de junio 2016, 02:12
La Línea 2 de Metro Bilbao no se detendrá en Santurtzi. Al menos, esa es la intención del Gobierno vasco, que quiere prolongar en el ... futuro el trazado hasta Ortuella. El Ejecutivo autonómico acaba de dar el primer paso para seguir adelante con una idea que sonaba desde hace años, pero que hasta ahora no había recibido un impulso decidido. Hace un mes, la dirección de Infraestructuras del Transporte dio el visto bueno definitivo al estudio informativo de las futuras cocheras de Kabiezes. Lo más novedoso de este proyecto es que prevé aprovechar las obras para habilitar un apeadero en el barrio de Urioste de la localidad minera, tras tirar una vía en superficie a lo largo de algo más de un kilómetro.
La ausencia de una nave donde guardar los trenes que circulan por el ramal de la Margen Izquierda es una de las grandes carencias del suburbano en esta zona de Bizkaia, lo que obliga a una mayor movilidad de los empleados y del material móvil para su mantenimiento y reparación. La empresa pública cuenta con instalaciones de este tipo en todos los extremos de sus líneas (Sopela y Basauri) salvo en Kabiezes. El plan tiene el principal objetivo de solventar este problema, pero, al mismo tiempo, se utilizarán los trabajos para habilitar la citada terminal en el extrarradio del pueblo minero.
La futura parada estaría ubicada en terrenos de Ortuella, casi en la frontera con Santurtzi. Su diseño se ha esbozado con un plano a cielo abierto y una única vía. No obstante, esta circunstancia no limitaría su operatividad ni tampoco le restaría relevancia, ya que sería una estación a todos los efectos. Construir las cocheras, el apeadero, un edificio de servicios y un amplio aparcamiento disuasorio tendría un coste de 42 millones de euros para las arcas públicas.
Así lo han calculado los ingenieros de la firma Sener. La compañía ha analizado a fondo las diferentes alternativas posibles en el entorno. Los profesionales también han buscado una solución para que, en el futuro, el metro pueda seguir su camino hacia el centro de la localidad minera, tras franquear la difícil barrera que supone el importante nudo de comunicaciones que atraviesa el lugar: autopista A-8 y Supersur, principalmente. No obstante, se trata de dejar únicamente preparado el terreno para un escenario poco probable. De la lectura del estudio informativo se deduce que, ahora mismo, llegar al núcleo principal del casco urbano se presenta como una opción muy remota, aunque se valora de forma positiva este primer paso en Urioste.
Menos de 30.000 personas
Que el metro llegue a Ortuella ha sido una aspiración histórica de los vecinos de la zona minera. Los técnicos han sido siempre reacios, ya que consideran que no existe masa crítica suficiente. Entre este municipio y sus vecinos de Trapagaran y Abanto, la potencial clientela no llega a las 30.000 personas. Los políticos, por su parte, han ido cambiando su opinión con el transcurso de los años. Si bien es cierto que los ayuntamientos de la comarca siempre han apoyado la idea, desde el Gobierno vasco, las cosas no han estado tan claras.
Durante el mandato socialista de Patxi López se barajó muy seriamente esta posibilidad y fue entonces cuando se empezó a trabajar. El posterior Gabinete de Iñigo Urkullu aprobó inicialmente un estudio informativo en 2014, en el que se citaba la solución del apeadero y se dejaba la puerta abierta para seguir avanzando en el futuro. Pero han sido necesarios dos años para que este documento fuera respaldado de manera definitiva y que se recogiera de forma pormenorizada que la estación tendría una funcionalidad y operatividad importante.
Ahora bien, el proyecto aún tiene un largo camino que recorrer para convertirse en realidad. En su contra juega el hecho de que existe una mayor presión social y un compromiso más evidente con la Línea 5, que llevaría el suburbano a Galdakao. Tampoco ayuda que el plan para habilitar un parque tecnológico en las cercanías de donde se levantarían las cocheras siga paralizado, sin ningún tipo de avance en los últimos años.
Por el contrario, puede considerarse una ventaja que la inversión económica necesaria ronde los 40 millones de euros, una suma modesta si se compara con el presupuesto de las Líneas 4 y 5. Acercar el ferrocarril subterráneo a Galdakao y el hospital costaría unos 180 millones de euros. Por su parte, el ramal que cerraría el mapa de rutas en Bilbao (entre Matiko y Rekalde) supondría un desembolso de 380 millones de euros. El siguiente paso para que este plan se convierta en realidad es una cuestión de voluntad política. Las administraciones tendrían que habilitar fondos para encargar la redacción de proyecto y su posterior ejecución.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.