óscar B. de otálora
Viernes, 13 de mayo 2016, 19:42
El delito en Bilbao tiene un árbol genealógico. Desde 'los Santa Coloma', la banda más antigua que apenas sobrevive tras quince años de actividad, hasta 'los Pichis', que aterrorizan todos los días la zona de Ollerías, las bandas han proliferado o han conseguido mantenerse en el tiempo. La geografía criminal de la capital vizcaína irradia desde el barrio de Santutxu hasta la frontera con Cantabria o Burgos y repite algunas pautas de forma inexorable. Son grupos que comenzaron con pequeños hurtos cuando eran menores, en algunos casos ligados a clanes gitanos, para después especializarse en robos de todo tipo.
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Los expertos de la Ertzaintza que han seguido su evolución les conocen perfectamente ya que llevan años persiguiéndoles. Algunos de los agentes, en declaraciones a EL CORREO, reflejan perfectamente la evolución de estas pandillas. «Son grupos que dieron sus primeros 'palos' cuando eran menores de edad. Es decir, eran inimputables y no se podía hace nada contra ellos desde el punto de vista penal. Además, pertenecían a familias desestructuradas. Con algunas excepciones, era evidente que iban a acabar muy mal», se lamenta uno de los policías vascos.
Los agentes no dudan al hacer un recorrido histórico sobre esta delincuencia bilbaína, protagonizada siempre por nombre propios. Esta es la historia de estos grupos:
'Los Santa Coloma'
Esta banda es la más antigua de Bilbao. Aproximadamente, sus primeros golpes están fechados en el año 2000, cuando se dedicaban a robar coches con tan sólo 12 o 13 años. Su zona de operaciones era Solokoetxe y Bilbao La Vieja. «Eran unos expertos en el robo de vehículos y conducían mejor que muchos agentes», recuerda un ertzaina. El grupo pasó de hacer trompos con turismo robados a utilizarlos para pegar 'palos' en gasolineras. «En esa época dejaban coches aparcados por Santutxu o Bolueta. Atracaban en algún sitio, huían con un automóvil robado, lo cambiaban con alguno de los coches que habían dejado por Bilbao y huían con total impunidad. Mientras nosotros buscábamos la matrícula que habían visto los testigos en el lugar de los hechos, ellos ya estaban en otro vehículo», recuerda un ertzaina.
En esa época se les atribuye un robo en un concesionario de automóviles de Galdakao, en el que se hicieron con 15 vehículos de alta gama en una sola noche. Tras ese golpe, se especializaron en el robo de vehículos de lujo. La mayoría de los veteranos de 'los Santa Coloma' se encuentra en la cárcel. Uno de los ertzainas que los investigó afirma que su escalada en la criminalidad «se veía venir». Eran un clan con una familia absolutamente desestructurada. «Desde chavales les dejaban hacer lo que querían y nadie les intentó encaminar. Sus padres eran toxicómanos o estaban en prisión, así que se educaron con una absoluta falta de valores», afirma un policía vasco. El agente sufrió un incidente con los Santa Coloma que resume la prepotencia con la que actuaba este grupo: «En una ocasión paramos en un control a uno de ellos que iba en un 'BMW. El coche era totalmente legal y estaba a su nombre, algo que siempre ha sido sorprendente en miembros de un clan que vivía de las ayudas sociales. Lo que nos dijo uno de ellos fue: Estáis frustrados porque vosotros tenéis un 'Seat' y nosotros coches de lujo. Sois unos pringados».
'Los Kay'
Esta banda apareció hace cuatro años, también en el centro de Bilbao y especializada en el robo de coches. Su historial delictivo es similar al de 'los Santa Coloma' aunque no pertenecen a un clan. Tras comenzar con los robos de turismos, con el tiempo se especializaron en asaltar estancos.
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Su 'modus operandi' consistía en arrancar las persianas metálicas de los establecimientos, destrozar los cristales con mazos y saquear el local a toda velocidad. En la huida escapaban siempre en coches robados. El cabecilla de la banda y cuatro de sus secuaces fueron detenidos por la Ertzaintza en 2014. En el momento de su arresto se les imputó una veintena de robos mediante este método.
'La banda de los leones'
Este grupo es totalmente nuevo y tan sólo se sabe de ellos con certeza que operan a lo largo de la AP-8 y en las Encartaciones. Las fuerzas de seguridad, no obstante, sospechan que entre sus miembros pueden encontrarse algunos antiguos miembros de 'los Santa Coloma' o 'los Kay', aunque por el momento esta opinión no pasa más allá de ser una hipótesis. El nombre procede de su especialización en el robo del modelo 'Seat León', un vehículo que también era el que siempre utilizaban 'los Kay'.
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Esta banda comenzó a actuar con más audacia a comienzos de este año. En febrero cometieron un asalto en una tienda de móviles de Erandio. Al ser sorprendidos por un agente local, los delincuentes intentaron atropellarlo. El policía abrió fuego pero los ladrones continuaron su fuga. Un mes más tarde, dos miembros de la banda descubrieron que un coche camuflado de la Ertzaintza les estaba siguiendo. Los ertzainas les dieron el alto y ellos respondieron pisando el acelerador. En su huida llegaron a realizar una maniobra casi suicida al lanzarse por un terraplén. Destrozaron el vehículo -un 'Seat León'- pero consiguieron darse a la fuga. Uno de ellos resultó herido en la cara.
'Los Alcántara'
El nombre de esta banda ha vuelto a aparecer tras un asalto a un estanco en Bilbao. Se trata de una de las grandes bandas de la historia de Bilbao aunque, presuntamente, fue desarticulada en 2014. Toma su nombre de las alcantarillas, ya que utilizaban las tapas metálicas de las tuberías para romper los escaparates de los establecimientos comerciales que robaban. Su origen se encuentra también en el barrio de Santutxu, desde donde se extendieron sin dejar de practicar asaltos, en los que llegaron a actuar en Laredo, Castro Urdiales y otros pueblos, así como en Burgos.
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La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Bilbao, detuvo a catorce miembros de la banda y consiguió también una de las claves para el desmantelamiento de este tipo de bandas: localizar a los receptores de los objetos robados. En esta ocasión fueron arrestados un ciudadano chino y un marroquí por comprar el producto de los saqueos. La estimación es que robaron más de mil teléfonos móviles, aunque también se hicieron con aparatos de peluquería y material informático. En el momento de su detención, 'los Alcántara' contaban con contactos en el mundo de la droga y en el de la falsificación de moneda.
'Los Pichis'
Esta es la banda que mayor alarma social genera en la capital vizcaína, donde ya se han producido incidentes graves entre sus miembros y vecinos. El grupo está asentado en Santutxu y su centro de operaciones se encuentra en la calle Ollerías. En principio, se trata de jóvenes -muchos de ellos menores- procedentes de un clan familiar con graves problemas de desestructuración. Comenzaron robando móviles a otros menores en las calles y de allí pasaron al robo con escalo. A las actividades del grupo se incluye también la sospecha de que sus miembros han protagonizado asaltos a personas mayores, a los que roban los primeros días de mes en sus portales, cuando cobran la pensión en sucursales bancarias. «Son como los Santa Coloma pero en una fase muy inicial», describe un ertzaina. Por el momento, la Policía vasca ha detenido a un joven de 18 años por varios robos -el arrestado ha ingresado en prisión- e investiga a dos menores, en una operación para intentar esclarecer 23 robos en viviendas.
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La impunidad con la que actúa este grupo ha motivado la aparición de un grupo de vecinos que, hartos de los robos, ha formado una asociación de afectados y ha convocado una concentración para el próximo día 19 con el lema «Hartos de la delincuencia en Atxuri, Ollerías, Santutxu: Contra la pasividad del Ayuntamiento de Bilbao y su alcalde». Los ertzainas consultados son conscientes de la soberbia con la que actúan los miembros de 'Los Pichis' en el barrio -este año ya han pinchado las ruedas de un coche de la Policía local aparcado en el barrio- y el temor que causan a los vecinos. «Son menores y por lo tanto inimputables, así que saben que no tienen que rendir cuentas ante los jueces. Y las familias del barrio con conscientes de que esos chavales no van a ir contra un adulto, pero sí contra sus hijos o sus allegados», se lamenta un policía vasco.
'L.M.C.' y grupos similares
'La Mina city' (L.M.C.) es un grupo de menores asentados en las proximidades de Otxarkoaga. Hasta ahora, a esta banda se le imputa el asalto a una lonja de menores de Santutxu, en la que robaron una 'playstation' y botellines de cerveza, tras haber retenido a punta de navaja a varios menores en el interior del local. La Policía municipal detuvo a tres jóvenes por estos hechos, a los que les incautó un machete y el material robado. En el exterior de la lonja que asaltaron pintaron con aerosol sus iniciales: 'L.M.C.'
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La Ertzaintza tiene localizado un segundo grupo con características similares, aunque sin un nombre que les identifique, en la zona de la Plaza de Indautxu y Zubiarte. «Estos grupos no tienen nada que ver con 'Los Pichis' o 'los Santa Coloma'. Son grupos de amigos que coinciden en el parque o en los colegios y cometen delitos menores. Sabemos que son pequeños consumidores de 'hachís' o 'marihuana' pero no tienen nada que ver con una banda. No hay un cabecilla ni una organización», explica un agente. El policía vasco cree que hay un factor que les diferencia de las bandas clásicas. «No son chavales que proceden de familias desestructuradas sino todo lo contrario. En algún caso hemos cogido con 'porros' a alguno de ellos y lo hemos llevado a casa para que sus padres sepan lo que estaba pasando. Los progenitores nos lo han agradecido y han confesado que son jóvenes problemáticos con los que no hacen carrera», explica un ertzaina
'L.M.C.' y sus afines tienen además una característica especial. En Bizkaia, las bandas de latinos como Los Ñetas o lo Latin King no han conseguido asentarse, aunque en su momento sí que se localizaron embriones de estos colectivos. Estas cuadrillas inlcuyen entre sus miembros a jóvenes procedentes del Magreb, latinos y nacionales. «Hay una normalidad absoluta en estos grupos a la hora de que se integren chavales de distinta procedencia. La impermeabilidad entre nacionalidades que existe en otros colectivos aquí desaparece», explica el ertzaina.
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Las Hienas
El apelativo de este grupo es policial, ya que no se trata de una banda como tal. Son mujeres jóvenes de origen guineano o nigeriano que operan en la zona de Moyua o Zabalburu, que en algunos casos, se dedican también a la prostitución. Buscan sus víctimas entre las personas que, tras una noche de juerga se dirigen a su casa bajo los efectos del alcohol y les roban el móvil o la cartera por el método del 'abrazo'. La Ertzaintza les bautizó con ese nombre «porque van en grupo y atacan a los más débiles» pero reconocen que su forma de actuar no tienen nada que ver con el resto de bandas.
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